Quieren que sólo las iglesias tengan esa posibilidad, manteniendo sus privilegios.
Ante la noticia de que hoy grupos laicistas y masónicos iban a ser recibidos por la Unión Europea, grupos como Hazte Oir se quejan de este hecho, cuando hasta ahora, sólo las iglesias contaban con esa posibilidad de mantener contactos directos con las altas autoridades de la UE.
El cambio se debe a una interpretación más correcta del derecho de libertad de conciencia y religión, que incluye no sólo las opciones religiosas, sino otras opciones y convicciones. Estos grupos quieren mantener lso privilegios de los que gozan en España donde se confunde libertad religiosa con libertad de conciencia y pensamiento (cuando es ésta la que está amparada por el derecho internacional, las Declaraciones Universales de Derechos Humanos, la Carta Europea, e incluso la Constitución Española. Aunque posteriormente su desarrollo en la Ley de libertad religiosa, que el gobierno prometió cambiar y que ha renunciado ante la visita papal y otros condicionamientos vaticanos, la limitó a la libertad de religión y culto, dejando la libertad de conciencia de otras convicciones sin protección ante la presión eclesial.
Los laicistas españoles y otrso grupos europeos apostamos por la regulación de todos los grupos por el derecho común, sin ninguna consideración especial en función de convicciones, pensamiento o religión, pues entendemos que somos una ciudadanía global y no un comunitarismo de grupos ideológicos o confesionales.
Este es uno de los textos donde puede valorarse el tono de la noticia ante su hegemónico papel hasta el momento:
La cúpula de la UE se reúne con los lobbies laicistas y masones
Las autoridades de la Unión equiparan a estos grupos con las iglesias y las comunidades religiosas.
REDACCIÓN HO/EUROPA PRESS.- Hace algunos meses, la masonería decidió que la forma más eficaz para acabar con la enorme influencia que, a su juicio, tiene la religión en Europa era crear un lobby para presionar a las instituciones comunitarias ante el supuesto peligro que las atenaza de manera inminente.
La iniciativa ha cuajado y mañana la cúpula de la Unión Europea recibirá a los lobbys del laicismo más decimonónico y a la todavía más anacrónica masonería.
Los presidentes de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, del Consejo de la UE, Herman Van Rompuy, y del parlamento europeo, Jerzy Buzek, recibirán mañana en Bruselas a 18 representantes de la masonería y el laicismo.
Una comedia a dos bandas
La reunión es fruto de una doble comedia: la que está dispuesta a hacer la Unión Europea, siempre propensa a los teatrillos institucionales, que costea el ciudadano, y la que va a montar al lobby masónico-laicista. El uno no podría existir sin el otro, lo que carga la responsabilidad sobre las instituciones comunitarias.
Por parte de los laicos masones, la comedia consiste en afirmar que la finalidad del del encuentro es debatir con la UE el papel de la “gobernanza” europea en la lucha contra la pobreza y la exclusión social, asunto a todas luces ajeno a este tipo de organizaciones.
En cuanto a la UE, la excusa que aventa para justificar este encuentro es que responde al Tratado de Lisboa, que obligaría a los “sufridos” dirigentes europeos a entrevistarse con las comunidades religiosas y las organizaciones filosóficas y no confesionales del continente. Rendija a través de la cual han colado a los masones laicistas.