Jerusalén, que en su nombre se proclama como ciudad de paz, ha sido este domingo, de nuevo, escenario de la violencia entre palestinos e israelíes. Un grupo de musulmanes ha chocado con la Policía israelí en el tercer lugar más santo para el Islam, la Explanada de las Mezquitas, que los judíos reivindican por estar sobre el lugar santo entre los santos del que fuera el Templo de Salomón y que llaman Monte del Templo.
El enfrentamiento se ha producido a horas de que este lunes dé inicio el año nuevo judío, en un contexto de tensión creciente en los últimos días después de que el ministro de Defensa israelí, Moshe Yaalon, vetase la semana pasada dos grupos musulmanes que tienen como misión «proteger» la explanada y que se oponen a la entrada de judíos en el recinto.
La Explanada de las Mezquitas puede ser visitada por personas de cualquier religión pero sólo los musulmanes pueden orar o llevar a cabo algún tipo de liturgia, ya que suya es la concesión del espacio.
Aunque es relativamente habitual que haya choques en los alrededores de la explanada, este domingo la fiebre ha subido varios grados, ya que los enfrentamientos se han trasladado incluso al interior de la mezquita de Al Aqsa, donde ha habido detonaciones y disparos, en una escena que recordaba la que en 2000, con la provocadora visita del conservador israelí Ariel Sharon, dio inicio a la Segunda Intifada.
El presidente palestino Mahmud Abbas ha condenado lo que ha tildado de «ataque» de Israel en el lugar santo, mientras que el ministro de Seguridad Pública israelí Gilad Erdan sostiene que los «alborotadores musulmanes» han sido los que han convertido el complejo en un «campo de batalla».
Testigos musulmanes afirman que la policía entró en la mezquita, el tercer sitio más sagrado del Islam, causando daños. Su denuncia se ha confirmado con las imágenes posteriores recogidas por la prensa internacional.
La policía se limitó a decir que cerraron las puertas de la mezquita para bloquear a los hombres que estaban lanzando piedras, fuegos artificiales y otros objetos. Las autoridades israelíes han cerrado temporalmente el espacio para evitar más incidentes.
Israel ha reforzado la seguridad en Jerusalén y limitará durante varios días el acceso a la Franja de Gaza con motivo del año nuevo judío, que se prolonga hasta el martes por la noche. Se han desplegado unidades de policía adicionales, indica EFE, y a partir de hoy el paso fronterizo de Erez, en el norte de la Franja de Gaza y controlado por Israel, adoptará un cierre de tres días.