Ante la falta de un ritual civil oficial los compañeros de Jaén Laico realizaron una ceremonia en el cementerio de Linaes despidiendo civilmente a la compañera
Introducción al rito natural. (1)
Juanma y sus hijos Alberto y Óscar nos han pedido a Felipe y a mí, en cuanto cómplices de Eva en varias causas solidarias, que ayudemos a que este acto sea acorde con su vida. Como persona, como feminista, ansiaba una verdadera emancipación consciente de quien la rodeara. Eso es, partir de una auténtica libertad de conciencia para pensar por sí misma, para luego creer (o no en lo que entendiera pertinente) y actuar con autonomía con una generosidad y respeto entrañables para con toda persona. Es desde esa sencillez, desprendiéndose de tradiciones artificiosas y lejanas de sus valores cotidianos, ella quería que este fuera un acto natural, un rito sentido y necesario de su distinta presencia entre su prójimo.
Sí, desde la noche de los tiempos, las comunidades humanas han sido conscientes de cada una de las personas que la componen en los llamados ritos de paso en el ciclo de su vida. Empieza con la acogida tras e su nacimiento. Continúa después, al reconocer su inicio laboral. Otro paso será el dar a conocer el emparejamiento. Continuará con el retiro laboral hacia la conclusión o funeral. (2)
Sí, estamos en un funeral pero al estilo del que Eva se merece. Su rebeldía no le permitía a ella, ni, por lo mismo a las personas aquí presentes, sumirnos en la tristeza, en el miedo, en la desesperanza o en la renuncia total a Eva. Estamos en una catarsis o terapia colectiva que oficiamos en conjunto. Pondremos así unida la gran obra de Eva, su vida. Una vida, que,aunque truncada antes de tiempo por la cruel enfermedad, veremos en su verdadera dimensión, si desde de los distintos ambientes y facetas en que Eva ha dejado (y sigue dejando hoy) su impronta, compartamos con el conjunto lo que ella ha significado para cada cual.
Es esa la invitación que reiteramos y contando con la complicidad de Juanma y de más personas ya dispuestas o que se animen, para que, reconvirtiendo la despedida en encuentro, la ausencia lo sea menor y la vida siga. Para iniciar, acudimos a Machado y a sus palabras a Giner de los Rios:
COMO SE FUE…” (3)
…. Sólo sabemos
que se nos fue por una senda clara,
diciéndonos: Hacedme
un duelo de labores y esperanzas.
Sed buenos y no más, sed lo que he sido
entre vosotros: alma.
Vivid, la vida sigue,
los muertos mueren y las sombras pasan
lleva quien deja y vive el que ha vivido.
¡Yunques, sonad; enmudeced campanas!
Sean además las amigas : Carmen Sampedro, Mari Tere, María Morales, con otros poemas y sentidas palabras de Belli, o de Moreno Villa recuerdan momentos compartidos o claman contra el olvido que se supone común cuando no hay la complicidad tejida por Eva.
El hermano de nuestra amiga anuncia ya su influencia catártica inspirándole las palabras que de manera sorprendente ha enhebrado por vez primera escribiendo con extraña sensibilidad.
Continúan poemas y recuerdos en la voz de Alfredo, Urbano y Felipe que glosan la complicidad en el quehacer político, social, en la colaboración espontánea, en la construcción de familias con gente extraña necesitada de voluntario apoyo.
Cuando se intuye una supuesta ausencia del empuje de Eva, surge un poema, como si Pablo Neruda tomara la palabra de nuestra amiga para clamar a Juanma y a los demás :
SI MUERO SOBREVÍVEME CON TANTA FUERZA PURA (3)
Que despiertes la furia del pálido y del frío,
que sur a sur levanta tus ojos indelebles,
de sol a sol que suene tu boca a guitarra.
No quiero que vacilen tu risa y tus pasos
no quiero que se muera mi herencia de alegría,
no llames a mi pecho, estoy ausente.
Es una casa tan grande la ausencia
que pasará en ella a través de los muros
y colgarás los cuadros en el aire.
Es una casa tan transparente la ausencia
que yo sin vida te veré vivir
y si sufres, mi amor, me moriré otra vez.
Suenan nuevos poemas y frases preparados o espontáneos que sirven de alegre desahogo a asistentes y de confortable serenidad que, a falta de más, acaban con la sencillez de García Lorca
DESPEDIDA (3)
Si muero,
dejad el balcón abierto.
El niño come naranjas.
(Desde mi balcón lo veo.)
El segador siega trigo.
(Desde mi balcón lo veo).
¡ Si muero,
dejad el balcón abierto!
Agradecemos la presencia de todas y todos expresando y compartiendo afectos y vivencias en este duelo- terapia. Parece que hemos acertado en la ceremonia de compensar la pérdida del cuerpo de Eva con esa realidad de sentimientos y experiencias repetibles que siguen siendo Eva.
Allá donde estemos cada una de las personas aquí presentes, algo de Eva estará también. De este acto percibimos que surge una complicidad de grupo para hacer más posibles los anhelos solidarios de sigue guiando Eva, tan necesarios en estos tiempos.
Linares 28 de Octubre de 2.014 Linares Laico.
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1) Recibida la solicitud al tiempo que conocíamos el fallecimiento, acudimos al tanatorio a ponernos a disposición de la familia. Con discretas preguntas y observaciones recogimos el parecer de familia y allegados para verbalizar la pena, suavizar la pérdida y recuperar el sentido natural del hecho pese al castigo del cáncer. Se tenía claro que la ceremonia se celebraría a las 5 a la intemperie y se concretó a última hora que fuera en la zona de las personas muertas por la República. No hubo tiempo ni posibilidades de haber propiciando acompañamiento musical.
(2) Explicación de los ritos de paso como algo natural y coherentes con la vida libre inquieta y racional de la persona objeto de la ceremonia. Completamos durante el velatorio el conocimiento de la familia y amistades para favorecer la expresión de las distintas facetas y personas al efecto.
(3) Ofrecimos varios poemas. Se recitaron casi una decena, muchos de elección y/ o autoría personales, aunque mantuvimos los reflejados como señaladores de : inicio a título de ejemplo, especie de respuesta de perdurabilidad y despedida.
(4) Utilizamos como bibliografía y orientación el libro Manual de Ceremonias Civiles de Joan Surroca y precedentes como Encuentro Civil por Alfredo Bellón y Baltasar Berlanga. In memoriam.
Los compañeros Antonio y Felipe en el acto de despedida a Eva.
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