La Conferencia episcopal gala no fue informada de algunas sanciones a prelados
Hablar con el papa Francisco de los errores cometidos por la Curia vaticana en la gestión de algunos casos abusos sexuales que han salido a la luz sin que lo supiera antes la propia Conferencia Episcopal Francesa. Ese sería, al menos, uno de los objetivos de la visita que, del 12 al 14 de diciembre, están realizando la cúpula de la Iglesia gala al Vaticano
El obispos Michel Santier se vio obligado a renunciar antes de tiempo por un escándalo de abusos investigado en Doctrina de la Fe, pero de cuya sanción no se informó a la Conferencia Episcopal, que creía que su renuncia se debía a razones de salud
Hablar con el papa Francisco de los errores cometidos por la Curia vaticana en la gestión de algunos casos abusos sexuales que han salido a la luz sin que lo supiera antes la propia Conferencia Episcopal Francesa. Ese sería, al menos, uno de los objetivos de la visita que, del 12 al 14 de diciembre, están realizando la cúpula de la Iglesia gala al Vaticano, donde estaba prevista una audiencia con el papa Francisco, según señala el diario La Croix.
Este encuentro se produce un mes después de la asamblea plenaria de los obispos franceses en Lourdes, donde iban a dedicar parte del tiempo a analizar (un año después) la toma de medidas tras el demoledor informe sobre los abusos elaborado por una comisión independiente, pero donde, de nuevo, saltó el escándalo tras la confesión del cardenal Jean-Pierre Ricard, arzobispo emérito de Burdeos, de haber abusado de una menor cuando era párroco.
Leída entonces la declaración de Ricard por el propio presidente del Episcopado galo, Eric de Moulins-Beaufort aprovechó la comparecencia extraordinaria para anunciar también que había otros once obispos investigados por abusos, entre ellos el obispo emérito de Creteil, Michel Santier, quien se vio obligado a renunciar antes de tiempo por un escándalo de abusos investigado en Doctrina de la Fe, pero de cuya sanción no se informó a la Conferencia Episcopal, que creía que su renuncia se debía a razones de salud.
El impacto de estas revelaciones afectó (y enfadó) a una parte del Episcopado galo, y a ello se refirió el propio Moulins-Beaufort en la eucaristía de clausura de la plenaria de noviembre pasado, en cuya homilía afirmaba la decepción y amargura de los obispos, que “nos vemos afectados por estas revelaciones, afectados en la confianza que depositamos unos en otros: no nos elegimos unos a otros, sino que nos damos unos a otros, para pertenecer al colegio episcopal y apoyarnos fraternalmente”.
Precisamente para tratar de evitar algunas de esas disfunciones, la Conferencia Episcopal ha puesto en marcha el Tribunal Penal Canónico Nacional (TPCN), en funcionamiento desde este 5 de diciembre de 2022, destinado a sustituir a los tribunales diocesanos o interdiocesanos existentes en Francia en materia penal y cuya jurisdicción se extenderá a todo el territorio nacional para evitar ocultamientos por parte de las diócesis.