A propuesta de un grupo de profesores se decidió cambiar la denominación de la fiesta de "San Alberto Magno", patrón de las facultades de ciencias, por el más neutro de "Día de la Ciencia".
Los argumentos iban en vuestra línea (la mía también) sobre la aconfesionalidad del estado, lo impropio que resulta que se invite a toda la comunidad universitaria a festejar bajo la figura de un santo de una iglesia particular cuando los miembros de la misma no tienen por que participar de las creencias de la misma, etc.
Después de un debate (la verdad es que bastante poco apasionado) con conferencia incluida sobre la figura del santo y de sus méritos o no como científico, se procedió a la votación en una Junta de Facultad con sólo 4 (cuatro) votos a favor de mantener la fiesta de San Alberto.
El "Día de la Ciencia" se celebró con toda normalidad y se seguirá celebrando si no hay decisión futura que revoque lo acordado.
Creo que una de las cosas mas sorprendentes de todo el proceso -que yo viví, pues era miembro de la Junta de Facultad en ese momento- es que a la mayor parte de la gente le traen sin cuidado los aspectos religiosos y gran parte de estas "tradiciones" se mantienen por inercia y porque nadie se atreve a cuestionarlas. Supongo que si esto ha sucedido en Santander (Cantabria), que no se caracteriza precisamente por su progresismo, sería factible en toda España si hubiera gente organizada que lo planteara.