Comienzan las actividades lectivas este 1 de septiembre en uno de los cursos más atípicos de las últimas décadas. Los coletazos de la pandemia por el coronavirus marcarán una serie de criterios sanitarios que tanto el Gobierno como las comunidades autónomas han ido ajustando en las últimas semanas. Para la patronal de Escuelas Católicas es de destacar “el gran esfuerzo que están realizando los centros católicos para implantar en tan corto espacio de tiempo los protocolos de protección de los alumnos y del personal docente y no docente frente al COVID-19 debe ser conocido y reconocido por todos”.
Mensaje de tranquilidad
Según la patronal, “gracias a su actitud positiva y proactiva, podemos transmitir un mensaje de tranquilidad y serenidad a las familias y a todos los miembros de nuestras comunidades educativas”. En este sentido, ante las comparecencias de los principales dirigentes educativos, destacas que “en términos generales, en el ámbito de la enseñanza reglada no universitaria no ha habido grandes sorpresas y las medidas implantadas para garantizar al máximo una vuelta al colegio segura este mes de septiembre son razonables”.
Sin embargo, para Escuelas Católicas, “resulta necesario concretar los medios y la financiación adicional con que se debe dotar a todos los centros sostenidos con fondos públicos para llevar a la práctica tales medidas”, advierten. Y es que, denuncian, “a pesar de las previsiones que ya han estado haciendo desde finales del curso pasado, la dificultad que abordan ahora los centros es la de la aplicación de las nuevas medidas en tan corto espacio de tiempo” aunque reconoces que “ha sido difícil prever todas las realidades, porque había que esperar a conocer la evolución de la pandemia”.
Mayor coordinación entre instituciones
“Los centros educativos necesitan ahora más que nunca la colaboración de todas las administraciones y de la sociedad en su conjunto para poner en marcha el curso más seguro posible a pesar de la crisis sanitaria que nos afecta”, reclaman. En este sentido, exigen mayor “coordinación entre Gobierno y comunidades autónomas”, “confianza, comprensión y apoyo social y administrativo” a los docentes y “agilidad en la dotación económica adicional” para afrontar las medidas adoptadas.
Escuelas Católicas apuesta en su comunicado por que los alumnos “comiencen el curso presencialmente con la máxima normalidad posible” mientras la situación sanitaria lo permita. Para ello, concluyen, los “centros educativos están realizando un gran esfuerzo y las familias deben estar tranquilas del trabajo realizado y comenzar el curso con la mayor serenidad”.