Carta del Coordinador de Granada Laica al diputado Sr. Cuesta para reclamarle la eliminación de la sobrefinanciación a la iglesia católica. Incluye a respuesta del señor Cuesta
Estimado Sr. Cuesta:
Le felicito por su iniciativa para eliminar la sobrefinanciación de la Iglesia Católica de los P.G.E. No es la primera vez que tengo noticias de ella, y lamenté mucho que el año pasado su grupo no permitiera su tramitación (a pesar de que lo había hecho gozoso cuando estaba en la oposición). Me preocupa que no salga adelante, y me preocupa que salga con la coletilla de que "Podrá acordarse una nueva prorroga". Desconozco los entresijos de las dificultades que dentro del PSOE y sus aliandos pueda tener su propuesta, que yo considero simplemente que sirve para enmendar una FLAGRANTE INJUSTICIA, pues se utilizan mis impuestos, y los de tantos otros para financiar a una organización religiosa a la que no pertenecemos ni estimamos.
En relación a la negociación que se abre con la iglesia católica, no hace falta que le indique a Vd que es muy insatisfactorio (¿inconstitucional?) el sistema vigente que consiste en detraer de los impuestos un tanto por ciento ( 0.52 % en la actualidad) de aquellos que lo indiquen. Esto supone de facto una exencion de impuestos del 100% por donativos entregados a la iglesia católica: ¿no es esto un privilegio inaceptable? Más racional sería que ese porcentaje se SUMARA al IRPF que ha de pagar el ciudadano que quisiera destinar una parte de su sueldo a la iglesia catolica (creo que el Art II.2 de los acuerdos sobre asuntos económicos del Estado español con el Estado vaticano no excluye esta posibilidad). Por supuesto, aun así, se estaría poniendo la maquinaria recaudatoria del Estado al servicio de una organización privada, privilegio del que no han de gozar ninguna, y menos las de caracter religioso, pero sería un paso adelante en el camino de desmantelación del criptoconfesionalismo vigente.
Entre paréntesis, la corriente multiconfesional que el PSOE predica y propone es un ERROR mayúsculo que solo servirá para reforzar a las jerarquías de algunas confesiones, y excluir a aquellas que se consideren incomodas o electoralmente irrelevantes, y constituye una burla al artículo 16.3 de la constitución. Quizá satisfaga a aquellos políticos que ven el poder como el arte del control social, pero es una afrenta al espiritú del laicismo.
En cualquier caso, sean cuales sean las posibilidades que haya hoy de adelantar en este campo creo que ha de ser Vd firme en la exigencia de cumplimiento del Art II.5 de los citados acuerdos (aunque mejor sería pedir su denuncia por inconstitucionalidad), exigiendo que el procedimiento que se instaure tenga los dias contados, y comprometiendo a la iglesia a que sobreviva con su propia recaudación. Ya que son tantos sus fieles, sus bautizos, comuniones, confirmaciones, bodas y funerales, no alcanzo a comprender de donde viene su miedo a la autofinanciación: ¿o es que al Estado tampoco le interesa soltar la bolsa de los dineros para poder ejercer un cierto control sobre la jerarquía? Un Estado laico ha de afrontar sin miedo la oposición de una iglesia reducida a sus justas dimensiones, pero libre de las tutela que producen las subenciones.
En cualquier caso, mucho ánimo y adelante con sus propuestas.
Rafael Gallego Sevilla
27-10-2005
Estimado Sr. Gallego,
Agradezco sus palabras de felicitación y quisiera comentarle que he tomado atenta nota de todas sus consideraciones, las cuales encuentro muy razonables y justificadas, y además las comparto.
Según me indican desde el Gobierno, se va a abrir una negociación con la jerarquía católica para resolver la asignatura pendiente del actual modelo provisional de financiación de la Iglesia Católica, mal llamado de asignación tributaria porque sigue anclado en el viejo sistema dotacional, que a mi juicio es inconstitucional.
Espero que podamos satisfacer sus expectativas y contar con su confianza.
Un cordial saludo,
ÁLVARO CUESTA MARTÍNEZ Presidente de la Comisión de Justicia Congreso de los Diputados