Una veintena de entidades religiosas de diferentes confesiones han pedido hoy en un acto en el Parlament que si Cataluña se independiza, el eventual nuevo estado sea neutral y garantice la libertad religiosa y la cooperación entre la administración y los diferentes credos.
Así se recoge en el documento «El hecho religioso en la Cataluña del futuro», que se ha presentado esta tarde en la cámara catalana, con presencia de la presidenta del Parlanent, Carme Forcadell, que se ha mostrado «orgullosa» de este pacto, y ha agradecido la voluntad de las entidades a contribuir en la construcción de un nuevo estado.
Según el documento, firmado por 17 entidades, en el caso de que Cataluña se convirtiese en un estado, su legislación debe reconocer el derecho humano y fundamental a la libertad religiosa que recogen todos los tratados internacionales.
Estos tratados, a los que debería adherirse el estado catalán en caso de lograr la independencia, garantizaría la libertad de pensamiento y de religión sin sufrir ningún tipo de coerción ni discriminación por este motivo.
La consellera de Governación, Administraciones Públicas y Vivienda de la Generalitat y responsable de Asuntos Religiosos, Mritxell Borràs, ha calificado el documento de «valioso y necesario» por generar debate y reflexión, resultado de un diálogo interreligioso que camina «en la misma dirección» que el Govern de la Generalitat.