Educación indica que es mejor reducir el contrato que “estar en la calle”
Los representantes de Personal Docente han insistido en subrayar desde el principio del proceso que Religión Católica (de oferta obligada por parte de los centros y opcional para los alumnos) tiene “un tratamiento diferenciado”. Por ejemplo, basta que la pida un solo alumno para impartirla. Además, los profesores son elegidos por el Obispado.
Cuatro de cada diez profesores de Religión Católica pasarán a tener media jornada en vez de una completa. Los nombres de los 80 afectados ya están puestos y la próxima semana serán convocados a la conselleria de Educación para firmar su nuevo contrato. Estos docentes tienen previsto firmar ‘no conforme‘ y acto seguido acudir a presentar cada uno de ellos una demanda “por modificación sustancial de las condiciones de trabajo”.
Así lo aseguró Ismael Alonso, responsable de enseñanza del sindicato USO, que presentará una demanda por conflicto colectivo: “Todo el proceso ha sido una chapuza”, indicó Alonso, que criticó de nuevo que Educación “en realidad nunca ha querido negociar nada sobre el ERE al profesorado de Religión”.
Al inicio del proceso, la conselleria de Educación anunció el despido de unos 40 profesores, pero la semana pasada prometió no despedir a nadie a cambio de reducir más jornadas. Desde este departamento se resaltó que “siempre es mejor estar contratado a media jornada que estar en la calle”, en palabras de la directora general de Personal Docente, Rafaela Sánchez, quien subrayó que reduciendo la jornada a 80 de los 175 profesores actuales “se minimizan los daños”. Sánchez informó de que una media jornada supone cobrar 1.100 euros por un máximo de diez horas lectivas semanales y anunció que tratarán de que los afectados puedan cobrar la parte proporcional del paro.
La directora general añadió que su equipo ha hecho cálculos de la gente que se va a jubilar los próximos años y ha concluido que en cuatro años se habrán producido tantas bajas que todos los que ahora pasan a media jornada “volverán a estar a completa“.
El representante de USO –que forma parte del Comité de Religión junto al Obispado– criticó que aparte de los profesores que verán reducida su jornada, el resto también se verá afectado por este proceso que la Conselleria llama “reordenación” ya que “a la mayoría de docentes se les ha cambiado de destino y pasarán a dar clase ahora en otro centro”. Alonso se mostró confiado en que los tribunales darán la razón a los docentes y se planteó “quién asumirá la responsabilidad del daño que han hecho a todas estas familias”.
El sindicato se mostró en contra de las reducciones de jornada ya que considera que es una fórmula usada por Educación para “redistribuir la miseria” y ahorrarse el dinero en indemnizaciones por despido, una cantidad global que según sus cálculos podría haber llegado hasta los cinco millones de euros si los despidos se hubiesen calificado como improcedentes.
Educación ha justificado la “reordenación” en que la plantilla “estaba sobredimensionada” y por un efecto derivado de la LOMCE, que reduce el tiempo mínimo semanal que los colegios deben ofertar de esta materia . Frente a los 90 minutos semanales mínimos que se ofertaban antes, la ley Wert pasó a establecer un mínimo de 45 minutos. La conselleria de Educación lo aumentó a 60 minutos semanales como mínimo obligatorio, dejando a los centros margen para ampliarlo si así lo decidían
Los representantes de Personal Docente han insistido en subrayar desde el principio del proceso que Religión Católica (de oferta obligada por parte de los centros y opcional para los alumnos) tiene “un tratamiento diferenciado“. Por ejemplo, basta que la pida un solo alumno para impartirla. Además, los profesores son elegidos por el Obispado.