Pese avances históricos para la niñez en general, urge tomar medidas y renovar el compromiso con las garantías de los menores para protegerlos de nuevas y antiguas amenazas, han señalado distintas figuras públicas en la celebración del Día Universal del Niño, que este año coincide con la conmemoración del 30 aniversario de la Convención redactada en nombre de la infancia.
El mundo de la infancia ha tenido una celebración doble esta semana: la conmemoración del Día Universal del Niño, que este año coincide con el 30 aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño.
La Convención sobre los Derechos del Niño se firmó el 20 de noviembre de 1989 y en las tres décadas transcurridas desde entonces se han producido logros históricos para los menores del mundo; sin embargo, muchos de los niños más pobres no se han beneficiado todavía, según un informe divulgado a princpios de semana por el Fondo de las Naciones Unidas para Infancia (UNICEF).
El documento, titulado “La Convención sobre los Derechos del Niño en una encrucijada”, analiza los avances innegables registrados en ese periodo y afirma que la voluntad y determinación políticas pueden mejorar las vidas de los pequeños.
Avances principales
Entre esos progresos, el estudio destaca tres:
- La disminución del 60% de la tasa mundial de mortalidad de menores de cinco años.
- La reducción del 18% al 8% de la proporción de niños en edad escolar primaria que no asiste a la escuela.
- La influencia reflejada en numerosas constituciones, leyes, políticas y prácticas en todo el mundo de los principios rectores de la Convención, como la no discriminación; el derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo; y el derecho a la protección.
La directora ejecutiva de UNICEF calificó estos adelantos como “impresionantes”. “Cada vez hay más niños que viven más tiempo, mejor y más sanos”, declaró Henrietta Fore.
No obstante, reconoció que el progreso no ha sido uniforme y que los niños más pobres y vulnerables siguen estando “en una situación de desventaja”.
Los marginados
En este sentido, el informe lista tres focos rojos:
- Los niños de las familias más pobres de los países de renta baja y media tienen el doble de probabilidades de morir por causas prevenibles antes de los cinco años que de los hogares más ricos.
- Sólo la mitad de los niños de las familias más pobres de África subsahariana ha sido vacunada contra el sarampión, mientras que en los hogares más ricos, la cifra llega a 85%, según los datos disponibles más recientes.
- Las niñas más pobres de algunos países corren mayor riesgo de contraer matrimonio infantil hoy que en 1989, a pesar de que este fenómeno ha disminuido considerablemente.
Además de estos flagelos y de los retos persistentes en las esferas de salud, nutrición y educación, la directora ejecutiva de UNICEF subrayó las nuevas amenazas que enfrentan los niños en la actualidad: el cambio climático, el ciberacoso y el abuso en línea.
“Sólo con la innovación, las nuevas tecnologías, la voluntad política y el aumento de los recursos ayudaremos a hacer realidad la visión de la Convención sobre los Derechos del Niño para todos los niños del mundo”, dijo Fore.
Antiguas y nuevas amenazas
Los peligros que acechan a los menores de hoy ocupan buena parte del estudio, que resalta los siguientes:
- La pobreza, la discriminación y la marginación exacerbadas por los conflictos armados, la xenofobia creciente y la migración y que ya afectan a millones de menores.
- La crisis climática, cuyos efectos perjudicarían más a los niños desde el punto de vista físico, fisiológico y epidemiológico.
- La desaceleración de las tasas de cobertura de la vacunación registrada en el último decenio podría revertir los avances en materia de salud infantil. El sarampión, por ejemplo ha resurgido en muchos países y en 2018 los casos de esa enfermedad se duplicaron a nivel mundial.
- La cantidad de niños en edad de asistir a la escuela primaria no ha bajado desde 2007 y muchos de los menores que van a clases no aprenden lo suficiente.
UNICEF llamó ampliar las medidas que han demostrado funcionar y a aumentar los recursos para que todos los niños gocen de los derechos que les garantiza la Convención.
Asimismo, la agencia de la ONU indicó que entablará un diálogo mundial con niños, jóvenes, padres, profesionales de la educación y representantes de gubernamentales, empresariales y de la sociedad civil para discutir qué hace falta para cumplir ese objetivo.
Para Fore, en el momento actual, “la Convención se encuentra en una encrucijada entre su ilustre pasado y su futuro”.
“Nos corresponde a nosotros volver a comprometernos, a tomar medidas decisivas y a hacernos responsables. Debemos asumir el liderazgo de los jóvenes que hablan y defienden sus derechos como nunca antes había ocurrido. Debemos actuar ahora, con audacia y creatividad”, puntualizó.
La Convención sobre los Derechos del Niño es el instrumento internacional más ratificado de la historia. Los Estados parte están obligados a rendir cuentas sobre su cumplimiento al Comité de los Derechos del Niño. El texto del tratado se aprobó el 20 de noviembre de 1989 y entró en vigor un año más tarde, al obtener las 20 ratificaciones necesarias para el efecto. Actualmente, Estados Unidos es el único país que no ha aceptado la Convención.
Celebraciones en todo el mundo
Por otra parte, los menores de todo el mundo “tomaron” este miércoles sedes de Gobierno y medios de comunicación para hacer oír sus voces en la celebración del Día Universal del Niño.
En la Asamblea General de la ONU, el Parlamento Europeo, el de la India, Malasia o Cabo Verde, los niños han demandado precisamente que se cumpla la Convención y han hablado de los asuntos que les atañen, como Dante Vegara, un activista chileno de 11 años que lucha contra el cambio climático, quien tuvo una solicitud para la comunidad internacional desde el podio de la Asamblea General: actúen ahora para proteger nuestro planeta.
«Muy a menudo, los problemas del medio ambiente y el cambio climático se posponen porque hay cosas más urgentes que resolver y me preocupa que muchos adultos continúen viendo las cosas de esa manera», dijo.
“El cambio climático es un problema muy grave. Las niñas y los niños tenemos algo que decir porque somos los que heredaremos un mundo cada vez más enfermo. Sin un ambiente saludable, todos nuestros derechos están amenazados”.
En la ONU también estuvo la leyenda del fútbol David Beckham, quien recordó su juventud en el East End de Londres, donde la familia, los maestros y luego los entrenadores respaldaron su sueño de convertirse en un jugador de este deporte.
Como embajador de buena voluntad de UNICEF desde 2005, Beckham ha sido testigo de cómo muchos niños en todo el mundo no han sido tan afortunados, tal y como señala el informe de la Organización.
“Niños hambrientos y enfermos. Niños viviendo en guerras. Niños que perdieron a sus padres en terremotos e inundaciones. Niñas y niños con historias y antecedentes diferentes a los míos pero que, como todos los niños, tienen una cosa en común: tienen ambiciones y sueñan con un futuro mejor «, dijo.
Como destacó la vicesecretaria general de la ONU Amina Mohammed, todavía queda trabajo por delante y los niños deben estar en el centro de todos los esfuerzos.
“Los líderes más importantes de nuestro tiempo son los niños. Los activistas infantiles apasionados y comprometidos de todas las regiones del mundo están enviando una llamada de atención a las generaciones mayores. Exigen con razón acciones sobre la crisis climática, la desigualdad de género, los derechos humanos y los sistemas económicos que priorizan las ganancias a corto plazo sobre la salud de nuestro planeta y su gente”, dijo.
«Treinta años después de la Convención sobre los Derechos del Niño, es hora de escuchar las voces de nuestros niños y escuchar sus súplicas para que se cumplan las promesas incumplidas», concluyó.
Niños privados de libertad
Con motivo del aniversario de la Convención, la Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos también ha publicado esta semana un estudio que reporta que más de 7 millones de niños se encuentran privados de su libertad en distintos tipos de instituciones, centros migratorios de detención o custodia policial, prisiones y otros lugares de detención.
El informe recomienda a los Gobiernos salvaguardar los derechos de estos niños en sus leyes, políticas y prácticas.
El experto independiente que lideró la investigación, Manfred Nowak, aseveró que a menudo, los menores privados de su libertad están en instalaciones para adultos.
“Para disminuir los riesgos de violencia, violaciones y asaltos sexuales, los Estados deben establecer sistemas especiales de justicia para menores, es decir, tribunales e instalaciones de detención para niños, donde estén separados de los adultos”, apuntó.
Asimismo, consideró que los Estados deben capacitar a oficiales de policía especializados en lidiar con niños en conflicto con la ley.