Córdoba Laica ha trasmitido este viernes su «apoyo» al Ayuntamiento de Aguilar de la Frontera (Córdoba), «representado en su alcaldesa», Carmen Flores (IU), «que está recibiendo ataques de personas intolerantes y antidemócratas, hostigadas por asociaciones de ideología franquista», tras retirar la Cruz del Llanito de las Descalzas, que se instaló en plena Guerra Civil en recuerdo de los caídos franquistas.
En este sentido, la citada asociación también critica «el comportamiento del obispo de Córdoba», Demetrio Fernández, «quien una vez más muestra su ideología de ultraderecha, aprovechando una misa», que ofició en Aguilara y que fue retrasmitida por televisión, «para amenazar a la alcaldesa y alentar a sus feligreses contra el cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica».
Junto a ello, Córdoba Laica insta «a todas las instituciones y administraciones públicas a cumplir con mayor diligencia con dicha Ley de Memoria Democrática, retirando definitivamente los aún numerosos símbolos franquistas de los espacios públicos y poniendo en práctica los medios para la reparación y justicia de las víctimas».
Igualmente, ha demandado a las administraciones «el cumplimiento constitucional de la aconfesionalidad del Estado, que implica, entre otras cosas, evitar la prevalencia de ninguna religión o ideología en los espacios públicos».
A este respecto, Córdoba Laica advierte a toda la ciudadanía sobre «el incremento de actos intolerantes y antidemocráticos, de carácter supremacista y con tintes franquistas, organizados desde sectores ultracatólicos y ultraderechistas, que son denunciados incluso por teólogos y miembros de comunidades cristianas».
Por ello, ha hecho un llamamiento «a las instituciones públicas, a los partidos democráticos y a la población en general, independientemente de sus creencias religiosas o ideológicas, a responder con firmeza ante estos actos intolerantes, que nos retrotraen a épocas de totalitarismo e irracionalidad, que fomentan el odio con claros objetivos involucionistas».
Córdoba Laica ve «más necesario que nunca un Estado y una sociedad basados en los principios laicos, en el respeto a la libertad de conciencia individual, y en la defensa de la neutralidad de los espacios públicos, como garantía de igualdad de todos los ciudadanos».
