COMENTARIO: La financiación de las religiones mediane la cesión de suelo para la construcción de sus templos, es una práctica usual que hasta ahora monopolizaba la iglesia católica, sin que a nadie le sorprendiera. Para el laicismo cualquier financiación específica de las confesiones religiosas, sea con suelo o cualquier otra supone un atentado a la igualdad y a la libertad de conciencia de la ciudadanía, al ver privilegiar por parte del Estado una determinada opción. Así pues, en contra de la cesión para las mezquitas, para los templos, para las sinagogas, para las iglesias,…
Unas cesiones que además suponen la pérdida de espacios para instalaciones cívicas, que es para lo que deben servir los terrenos públicos municipales derivados de la gestión del suelo.
Las reticencias vecinales y judiciales bloquean desde hace seis años los planes para levantar una mezquita en Sevilla. El Ayuntamiento dio luz verde en 2004 a la cesión a la Comunidad Islámica de España de una parcela para construir el edificio en el barrio de Los Bermejales. Pero el plan se encontró con la oposición de los vecinos, que lo llevaron a los tribunales.
El TSJA dictaminó en contra de la cesión por que hubo "sucesivos errores formales", pero, para entonces, el Ayuntamiento ya había cedido a la presión vecinal y desestimado la mezquita en Bermejales. Sin embargo, esa sentencia acabó también con la nueva ubicación elegida: la Isla de la Cartuja.
Los jueces argumentaron que el suelo señalado era un SIPS (servicio de interés público y social) público que debe destinarse a una infraestructura básica, lo que, en su opinión, no cumple la mezquita. Ante las dificultades, los musulmanes han descartado la cesión de suelo y buscan una parcela en venta en el barrio de San Jerónimo.