El papa de la Iglesia Ortodoxa Copta de Egipto, Tawadros II, ha expresado este viernes su apoyo al Ejército y las fuerzas de seguridad en su lucha contra lo que ha llamado "grupos de violencia armada", según ha informado la cadena de televisión emiratí Al Arabiya.
"La Iglesia Copta egipcia está monitorizando los desafortunados acontecimientos que tienen lugar en Egipto y recalca su firme apoyo a la Policía, al Ejército y otras organizaciones civiles ante los grupos de violencia armada y el oscuro terrorismo", ha sostenido.
"Pese a que apreciamos la posición sincera y amistosa que entiende la naturaleza de los eventos, lamentamos firmemente las falacias de los medios que prevalecen en los países occidentales", ha agregado la iglesia a través de un comunicado.
Por ello, ha solicitado a los países occidentales "que interpreten objetivamente los hechos y los sucesos" y que "no den una cobertura internacional y política a estos grupos terroristas y sangrientos".
El comunicado ha llegado apenas un día después de que la Unión Juvenil de Maspero (MYU), una organización egipcia en defensa de los derechos de la comunidad copta en el país, cifrara en 36 el número de iglesias destruidas durante la jornada del miércoles en lo que describió como ataques organizados por la organización islamista Hermanos Musulmanes.
En base a sus datos, los ataques se registraron en nueve gobernaciones del país poco después de que las fuerzas de seguridad iniciaran el desmantelamiento por la fuerza las acampadas que protagonizaban miles de seguidores del expresidente Mohamed Mursi, derrocado el 3 de julio a través de un golpe de Estado.
Según el balance oficial, la represión militar y la posterior oleada de violencia desatada en consecuencia se ha saldado con al menos 580 muertos y 4.500 heridos, si bien Hermanos Musulmanes ha elevado el número de fallecidos hasta los 4.500.
El portavoz de la MYU, Antwan Adel, destacó que los ataques sectarios contra la comunidad copta y sus lugares de culto se saldó con al menos dos muertos, si bien las autoridades no se han pronunciado sobre fallecimiento alguno dichos sucesos.
El Ministerio del Interior únicamente ha reconocido ataques contra siete iglesias, si bien no ha afirmado que hayan sido destruidas en su totalidad.
Adel lamentó lo que ha descrito como "actos criminales y percepción terrorista" de Hermanos Musulmanes, organización a la que pertenece Mursi.
"Intentan crear división entre los cristianos y los musulmanes. Son los cristianos los que pagan el precio de derrocar la tiranía", dijo, recordando los incidentes sectarios desde la etapa del Gobierno de Mubarak hasta la fecha.
En la gobernación de Menia, al menos once iglesias fueron asaltadas, algunas de las cuales fueron "incendiadas hasta los cimientos". Gebrial Dafsahn, del Centro Juvenil Cristiano de Menia, que fue igualmente asaltado e incendiado, acusó al Gobierno de "laxitud" ante estos ataques.
"No hubo presencia de las fuerzas de seguridad. Incluso cuando llamamos a los Bomberos para pedir ayuda nos dijeron que ellos también estaban siendo atacados", narró Dafsahn.
CONDENA DE EL BEBLAWI
El primer ministro interino, Hazem el Beblawi, condenó el jueves los "actos criminales" contra la comunidad copta durante una conversación telefónica mantenida con Tawadros II. Asimismo, se comprometió ha hacer frente al "terrorismo" y recalcó que "la unidad entre musulmanes y cristianos es una 'línea roja'".
Por su parte, el jefe del Ejército, Abdelfatá al Sisi, resaltó que las Fuerzas Armadas se encargarán de los costes de reconstrucción y reparación de todas las iglesias dañadas.
COMUNICADO DEL PLJ
En respuesta a las acusaciones, el Partido Libertad y Justicia (PLJ) –vinculado a Hermanos Musulmanes–, emitió un comunicado para condenar los ataques contra la comunidad copta y resaltó "el carácter pacífico de la revolución".
"En base a la verdadera naturaleza de nuestra religión, y siguiendo los principios indivisibles de nuestro partido, condenamos todo ataque, incluso de carácter verbal, contra los coptos, sus iglesias y sus propiedades", dijo.
"A pesar de que algunos líderes coptos han apoyado, o incluso han participado, en el golpe de Estado del 3 de julio, los ataques no son justificables. Nuestra revolución no es violenta. Seguiremos movilizando a las masas en las calles sin violencia, sin destrucción y sin sabotaje", agregó la formación.
En este sentido, destacó que "los actos de vandalismo están destinados a dañar la reputación (de Hermanos Musulmanes), demonizar la revolución y buscar una justificación para que los responsables del golpe de Estado continúen con sus actos de represión y violencia".
GAMAA AL ISLAMIYA NIEGA SU RESPONSABILIDAD
Asimismo, la organización salafista egipcia Gamaa al Islamiya negó estar detrás de los ataques contra iglesias y sostuvo que "personas no identificadas" se infiltraron en las manifestaciones antigubernamentales y llevaron a cabo los ataques contra propiedades de la comunidad copta para incitar un conflicto sectario.
Gamaa al Islamiya estuvo directamente implicado en el asesinato en 1981 del entonces presidente Anuar el Sadat, y ha sido acusado del atentado de 1997 contra el Templo de Deir el Bahari, en Luxor, que se cobró la vida de 58 turistas extranjeros y cuatro ciudadanos egipcios
La organización se enraíza en el salafismo y varios de sus líderes han expresado hostilidad en varias ocasiones en los últimos años hacia los monumentos pre islámicos del país, que consideran paganos.
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