Sobre el diálogo interreligioso: «Cada uno en su casa y dios en la de todos»
Lejos de templar gaitas o bajar el diapasón de la polémica creada por el obispo en torno a la supresión del término "Mezquita" de Córdoba y sus sustitución por el de "Catedral", éste aviva el fuego y alardea de que escribió el comunicado "porque sabía que iba a dar la vuelta al mundo". En una entrevista al obispo, publicada hoy por el Diario "Córdoba", el obispo afirma que "la catedral es catedral desde hace ocho siglos. Pido que se llame catedral, no me importa que se llame antigua mezquita, pero lo que no quiero es que se llame solo mezquita".
Sobre el diálogo interreligioso afirma tajantemente que no con la expresión "de que cada uno en su casa y dios en la de todos. Y concluye que el hipotético cambio de denominación del templo no afectaría al turismo ya que en su opinión "el templo de Córdoba llama por sí mismo a todo el mundo. Es preciosísimo el monumento y la puerta no está cerrada a nadie, somos muy dialogantes todos, menos aquellos que no permiten que se llame catedral".
Además revela las intenciones que llevaban el comunicado de la polémica: "Se ha armado un revuelo enorme, pero es una cosa obvia en Córdoba. Cuando he escrito esto lo he hecho porque sabía que iba a dar la vuelta al mundo, para que todo el mundo sepa que en Córdoba la antigua mezquita hoy es una catedral. Quienes se ofenden son quienes les parece mal que se llame catedral".
Pasar al culto compartido
Preguntado por el hecho de que si se puede diferenciar entre el monumento, mezcla de los dos templos, y el culto religioso, Fernández responde que "Yo lo que no veo es que llamándolo mezquita de ahí pasemos a pedir el culto compartido y adónde vamos a llegar. Lo que quiero es que el templo se llame por su nombre. Se puede decir que es una antigua mezquita y también que fue la basílica de San Vicente. Para decir todo con una sola palabra no puede distorsionarse la historia, porque lleva ocho siglos siendo catedral.
He dicho lo que tenía que decir
Y sobre el hecho de que el pleno del Ayuntamiento cordobés utilizó el término Mezquita–catedral para recordar la distinción de la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, el obispo asegura que "e lo que el Ayuntamiento haga yo no tengo que entrar para nada. He dicho lo que tenía que decir y se ha armado un revuelo enorme de gente que le molesta que diga que es una catedral".
No al rezo compartido
Sobre el diálogo interreligioso afirma tajantemente que no con la expresión "de que cada uno en su casa y dios en la de todos. Y concluye que el hipotético cambio de denominación del templo no afectaría al turismo ya que en su opinión "el templo de Córdoba llama por sí mismo a todo el mundo. Es preciosísimo el monumento y la puerta no está cerrada a nadie, somos muy dialogantes todos, menos aquellos que no permiten que se llame catedral".