Dice que se autorizó la manifestación laica durante la JMJ para «demostrar la madurez de nuestra democracia»
El ministro del Interior, Antonio Camacho, justificó este viernes los tres expedientes que la Policía ha abierto a tres agentes que participaron en el dispositivo de seguridad de la manifestación laica celebrada la semana pasada en la Puerta del Sol de Madrid para protestar contra la visita del Papa Benedicto XVI.
En una entrevista a la Cadena Ser, recogida por Servimedia, Camacho dijo haber visto las imágenes de los incidentes entre la Policía y los manifestantes, lo que le llevó a respaldar "sin ningún género de dudas" la apertura de un expediente sancionador a tres de los agentes de las Unidades de Intervención Policial por un posible exceso en el uso de la fuerza al desarrollar sus tareas.
"Las imagenes justificaban sin ningún género de dudas la apertura de un expediente", dijo. "Ese comportamiento nos repele a todos, también a la Policía, que a lo largo de los últimos meses ha estado sometida a una presión especial y ha tenido un comportamiento irreprochable (durante la JMJ)".
Camacho prefirió esperar, no obstante, a la culminación del expediente disciplinario para saber si los agentes se extralimitaron en sus funciones y son sancionados. En este sentido, precisó que hay varias investigaciones abiertas a raíz de todas las denuncias que se han presentado, incluida la que la Jefatura Superior de Policía ha llevado a los tribunales por amenazas a través de Internet hacia los agentes que participaron en el dispositivo de seguridad.
El ministro del Interior admitió que, pese a ser conscientes de que podían surgir problemas entre los manifestantes laicos y los peregrinos católicos de la Jornada Mundial de la Juventud, se autorizó la marcha para que "unos ciudadanos que querían manifestar su queja (contra el Papa) pudieran hacerlo".
"Creo que era esencial para demostrar la madurez de nuestra democracia que se pudieran expresar ideas contrapuestas", dijo. "Sería injusto juzgar la manifestación laica por los violentos".
Camacho defendió a los promotores de la protesta al entender que "las organizaciones que la diseñaron actuaron de forma absolutamente democrática" y que "el problema estuvo en la presencia de determinados radicales que actuaron de forma violenta".
A su juicio, tanto los impulsores del laicismo como los indignados del Movimiento 15-M no deben ser responsabilizados de los incidentes ocurridos durante algunas de sus movilizaciones, ya que cree que es culpa de "determinados antisistema que intentan aprovecharse".
Camacho pidió "no confundir el 15-M con esos elementos radicales que comienzan a tener actitudes muy muy violentas", como las que se pusieron de manifiesto en las concentraciones de la semana pasada contra la visita de Benedicto XVI a España. De hecho, indicó que entre los detenidos había "personas con muchos antecedentes legales".