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El Ministerio de Educación lleva tres años pagando a maestros de Religión que no imparten clases

Al menos una veintena de colegios denuncia ante la Consejería de Educación de Andalucía que desde 2015 están renovando a profesores sin carga horaria lectiva

La Junta hizo opcional del centro la reducción de 90 a 45 minutos la asignatura de Religión en Primaria adaptántose a la LOMCE, dejando a muchos docentes sin tarea, aunque siguen cobrando y asisten a su escuela “sin hacer nada”

El colegio de Infantil y Primaria Maestro Juan González, en el municipio gaditano de Los Barrios, tiene dos profesores de Religión en plantilla, pero sólo uno da clases. La otra no tiene carga horaria desde 2015, aunque sigue asistiendo regularmente a su puesto de trabajo y cobrando 1.400 euros netos al mes. La situación de esta maestra de Religión no es aislada, se repite en al menos una veintena de colegios andaluces consultados por este periódico. Todos ellos denunciaron por escrito ante la Administración educativa que les habían asignado un profesor de Religión de más, o que les habían contratado por más horas de las que su centro necesitaba para esta asignatura. Pero nadie ha corregido este desfase en tres años.

El Ministerio de Educación, que es quien contrata a los profesores de Religión de Infantil y Primaria en Andalucía, lleva tres años pagando a maestros que no dan clases, pero siguen acudiendo a su centro y cobrando. Esta situación se repite desde 2015, cuando el Gobierno de Susana Díaz redujo el horario de Religión en Primaria. Como consecuencia, sobraban maestros en mucho colegios. Sin embargo, el Ministerio ha seguido renovando sus contratos los cursos siguientes y la Consejería de Educación les ha confirmado sus plazas. Cuántos profesores de Religión están en esta situación y cuánto está costando a las arcas públicas son dos preguntas que ni el Gobierno ni la Junta de Andalucía han querido responder, pese a estar al corriente del problema desde el principio.

Efectos de la Ley Wert

Los maestros de Religión de Infantil y Primaria de Andalucía, Aragón, Cantabria, Canarias, Ceuta y Melilla dependen contractualmente del Ministerio de Educación, aunque sus horarios los establecen los gobiernos autonómicos. En Andalucía y Canarias la carga lectiva de Religión puede ser la mínima que exige la ley, pero la decisión final depende de cada colegio. En 2015, el Gobierno de Susana Díaz aprobó el decreto que adaptaba el currículum de Primaria a la nueva ley de educación del Ejecutivo de Rajoy (LOMCE), intentando amortiguar algunos de sus efectos. Una de sus decisiones fue reducir el tiempo mínimo dedicado a la asignatura de Religión, que pasó de una hora y media a 45 minutos semanales en cada curso (de 1º a 6º). La Consejería de Educación no impuso la reducción horaria de Religión a todos los centros de Primaria, simplemente dictó una orden que delegaba en los colegios andaluces, dentro de su autonomía pedagógica, la decisión de mantener la asignatura en 90 minutos o reducirla a 45.

El 28 de mayo de 2015, la consejería envió unas instrucciones a todos los centros públicos de Primaria de Andalucía para que “comuniquen el horario asignado al área de Religión” y lo registren en el sistema informático Séneca, que recopila los datos de todas las escuelas andaluzas. El objetivo era “poder remitir al Ministerio de Educación el horario del profesorado de Religión” para que ajustase las horas contratadas de este personal a las necesidades que requería cada colegio de Primaria de cara al siguiente curso (2015-2016). Muchos centros optaron por reducir la carga de Religión a 45 minutos para dedicar el tiempo restante a otras materias más importantes (Lengua, Inglés…), dejando a decenas de profesores de Religión sin carga lectiva en sus colegios. Donde antes hacían falta dos maestros, ahora bastaba con uno.

La sorpresa de estos centros fue que, al volver en septiembre para iniciar el curso escolar, la Consejería de Educación no había modificado sus plantillas: los profesores de Religión seguían asignados a su centro con el mismo horario que el curso anterior, pero sin ninguna función ni clases que dar. El Arzobispado, que selecciona a estos maestros, les había renovado su confianza; el Ministerio de Educación les había renovado el contrato por las mismas horas, y la consejería les había renovado la plaza en el mismo colegio, aunque no tuvieran carga de trabajo.

El CEIP Juan González, por ejemplo, tiene desde hace tres años a una profesora de Religión con contrato a tiempo completo (25 horas lectivas y cinco de obligada permanencia), pero sin nada que hacer. La maestra afectada (ahora de baja) “se pasa las horas en la Sala de Profesores, se niega a colaborar en otras tareas porque dice que su contrato no le obliga, y se ha dedicado “a organizar su boda o a prepararse unas oposiciones, lo cual ha generado malestar con el resto de maestros”, dice su director, José Antonio Romero. En el CEIP Santiago El Mayor, de Medina Sidonia, hay tres profesores de Religión, uno titular a tiempo completo, que sigue dando clases, y las otras dos con horario partido, pero sin carga lectiva. Acuden al centro, firman el parte de asistencia y “se cruzan de brazos”. Cuando la maestra titular se puso de baja por enfermedad, las otras dos no pudieron cubrir su vacante, y la consejería tuvo que enviarles a otro profesor para sustituirla, explica su director, Manuel Sánchez.

Ministerio, Junta, Arzobispado

Todas las administraciones implicadas en este proceso -Ministerio, Junta y Arzobispado- fueron advertidas de la situación desde que comenzó el curso 2015-2016. Primero a través de la Inspección Educativa que visitó los colegios afectados y luego lo denunciaron directamente ante el servicio de Planificación de las Delegaciones Provinciales de Educación. “En septiembre de 2015, el inspector de zona nos convocó a los directores de los colegios afectados de Cádiz a una reunión en San Roque. Primero nos dijeron que lo solucionarían en 48 horas y, pasado el tiempo, nos contaron que la Consejería y el Ministerio no se entendían, y que se habían dado dos años para solucionarlo. Tres años después siguen tirando dinero público a la basura”, se queja Juan José Sánchez, director del colegio Don Luis Lamadrid.

Las denuncias por escrito ante las administraciones educativas, y en algún caso ante la Archidiócesis correspondiente, no han servido para solucionar este enredado conflicto, que ha provocado fricciones en muchos colegios, donde los maestros de Religión que se quedaron sin carga lectiva reprochan a sus directores que intentasen “dejarles sin sueldo y sin trabajo”. El director de uno de los centros afectados, que pide anonimato, se ha planteado denunciar la situación de su escuela ante los tribunales “un delito de prevaricación”. “A la Administración educativa le consta por escrito que está destinando recursos públicos a nada productivo, y sigue prolongando esta situación tres años después. Y durante ese tiempo hemos visto recortes de personal y de presupuesto en la escuela pública”, se queja.

Los Obispos de Andalucía recurrieron en los tribunales la orden de la Junta que regula la etapa Primaria, y ahora culpan a la consejería por haber reducido el horario de Religión; la Consejería de Educación acusa al Ministerio de estar “destinando dinero público a personal laboral que no tiene ninguna función asignada”; y el Ministerio niega que esta situación se esté produciendo, a la vez que acusa a la Junta de Andalucía a de no querer dedicar esos recursos a otras tareas.

¿Cuántos profesores de Religión sin carga lectiva hay en estos momentos en los colegios de Primaria de Andalucía? ¿Cuánto dinero ha gastado el Ministerio de Educación en estos tres años en docentes que no imparten clases? La Consejería de Educación lleva semanas negando a este periódico un dato fundamental que podría servir, al menos, para dimensionar el alcance del problema: ¿Cuántos colegios decidieron en 2015 reducir el horario de Religión de 90 a 45 minutos, haciendo que sobrasen maestros para esta asignatura?

Una investigación pendiente

La consejera de Educación, Sonia Gaya, se enteró de esta problemática durante una comisión parlamentaria en septiembre del año pasado, a preguntas del coordinador regional de IU, Antonio Maíllo. Gaya no ocultó su asombro, dijo desconocer la situación y anunció que abriría una investigación interna para determinar en cuántos colegios estaba pasando. Meses después volvió al Parlamento para confirmar que el problema “es real”, y que se lo había dado traslado al ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, para dejar de “desperdiciar recursos públicos”. No aclaró en cuántos centros se sigue produciendo esta situación y por qué no se ha corregido en tres años, si los colegios afectados lo denunciaron desde el primer momento.

Este periódico ha comprobado que hay casos de profesores de Religión sin carga lectiva (total o parcial) destinados en una veintena de colegios de los municipios de Cádiz, Jerez de la Frontera, San Roque, Los Barrios, Los Cortijillos, Alcalá de los Gazules, Tarifa, Medina Sidonia, Algeciras, San Fernando, Málaga capital y Fuengirola. Todos denunciaron el problema ante la Consejería de Educación hace tres años, y volvieron a denunciarlo cuando los maestros de Religión afectados renovaron las mismas horas contratadas en el curso 2016-2017 y en 2017-2018.

Algunos centros han preferido no dar sus nombres, para evitar reproducir “situaciones tensas” que han vivido estos años con los maestros de Religión que se quedaron sin carga horaria. Otros colegios, en cambio, han preferido salir a la luz, o porque la situación es “insostenible”, o por todo lo contrario: han logrado normalizar “una situación surrealista”: el centro Maestro Juan González, el colegio Don Luis Lamadrid y el San Isidro Labrador, de Los Barrios; Los Cortijillos, de la pedanía del mismo nombre; el CEIP Santa María Coronada, de San Roque; el Santiago El Mayor, de Medina Sidonia; el colegio Guzmán el Bueno, de Tarifa.

En todos ellos hay maestros de Religión con horario completo o con horario parcial, pero sin carga lectiva alguna. “Llegan, firman en el registro de entrada y se quedan sus horas sentados en la Sala de Profesores sin hacer nada. No pueden ayudar en otras tareas del centro, porque su contrato laboral no les obliga, la Consejería no les ha reubicado en otras escuelas porque dice que no faltan maestros de Religión y el Ministerio les sigue pagando el mismo salario que a los demás”, dice el director del colegio Don Luis Lamadrid. El sueldo de un maestro de Religión con 25 horas lectivas a la semana (más otras cinco de obligada permanencia) es similar al de cualquier profesor de Primaria: en torno a 1.400 euros netos al mes.

Andalucía tiene ahora colegios donde tardan en cubrirse las sustituciones de maestros de baja, y una plantilla mermada porque aún no se han revertido del todo los recortes que se hicieron al inicio de la crisis (4.502 interinos perdieron su trabajo). En medio de este contexto, con el Parlamento andaluz a punto de debatir si se blinda por ley el 5% del PIB para gasto educativo, la Junta trata de calcular cuánto dinero público ha costado tener a profesores de Religión de brazos cruzados desde hace tres años en sus escuelas.

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