Abogados Cristianos tilda la acción artística de “insulto mayúsculo a las creencias” y lleva ante los tribunales a sus autoras por los posibles delitos de incitación al odio, contra los sentimientos religiosos y de manifestación ilícita.
La performance de la artista chilena Cheril Linett, del proyecto Yeguada Latinoamericana, que protagonizaron este lunes seis mujeres semidesnudas ante la Catedral de Cuenca y la iglesia de la Virgen de la Luz salta a los tribunales .
La Fundación Española de Abogados Cristianos ha interpuesto una querella contra las seis mujeres que fueron identificadas por la Policía Nacional por una puesta en escena en la que, según esta entidad, una de las manifestantes imitaba en apariencia a la virgen María usando elementos religiosos mientras otras cinco personas posaban “a cuatro patas” semidesnudas con indumentaria religiosa y “una coleta entre las nalgas”.
Hechos que, para Abogados Cristianos, constituyen la comisión de tres posibles delitos, uno de incitación al odio, otro contra los sentimientos religiosos y otro de manifestación ilícita, que son la base de la querella presentada.
De hecho, la presidenta del lobby ultracatólico, Polinia Castellanos, ha definido este acto como “completamente vergonzoso y fuera de lugar y un insulto mayúsculo hacia las creencias religiosas”, al tiempo que ha acusado a “estas señoras que posan desnudas frente a las iglesias” de querer “publicidad barata a costa de ofender a los cristianos”.
Y además, ha señalado que estas acciones suponen “ataques gratuitos a nuestras creencias religiosas”, por lo que Abogados Cristianos llegará “hasta donde haga falta” para que estos actos no queden impunes.
Pero la de esta Fundación no ha sido la única reacción desde que el lunes la ciudad de Cuenca se viera sorprendida por la iconografía de estas seis mujeres, parte del proyecto Yeguada Latinoamericana que se encuentra en los últimos días en una residencia artística en la provincia conquense, en concreto en el espacio de creación Kárstica en Cañada del Hoyo.
Tras ser identificadas por la Policía y que los agentes le explicaran que no podían desarrollar esa performance por estar semidesnudas en la calle y por la posibilidad de que pudieran ser vistas por menores, las protagonistas decidieron marcharse y acabar con esta creación cuyo objetivo no era otro que “explorar el cuerpo estratégico de exceso y desborde contra toda clausura y contra todo lo ideal”, en este caso el de la religión católica y las creencias marianas.
La Iglesia no tardó en reaccionar y pidió a sacerdotes y fieles el rezo de un rosario por la “conversión” de los autores de la performance y como “desagravio”. Fue el obispo de Cuenca, José María Yanguas, el que reclamó el “firme rechazo y censura sin reservas” por parte de “toda persona de buen sentido” que se han sentido “humilladas y heridas, con razón, en sus más íntimos sentimientos”.
También el obispo de Cuenca consideró que estas conductas producen “bochorno y vergüenza ajena” y confunden “el derecho a tener y defender las propias convicciones con la injuria grosera y la ofensa gratuita a la fe de otras personas, con la única finalidad de molestar e irritar”.
La petición del rezo del rosario por parte del Obispado de Cuenca no se ha quedado ahí y ahora las protagonistas de la performance tendrán que hacer frente a una querella judicial.