Los centros de culto islámicos de muchos pueblos de la Región son naves y bajos pequeños a los cuales «acude más el hombre»: por la covid, hay que reducir espacios.
Yousra Takaroumt, estudiante de Periodismo en la Universidad de Murcia, explica que una consecuencia de la limitación de aforo en los lugares de culto islámico en la Región en el Ramadán que ahora empieza, especialmente en los ubicados en localidades pequeñas, es que ahora «solo haya espacio para hombres».
El Islam establece, recuerda la alumna, que «para que recen hombres y mujeres, han de estar en espacios separados» y «en los pueblos y pedanías, las mezquitas son pequeñas, en naves o bajos y solo van hombres» en fechas señaladas como el mes sagrado que arranca este martes.
Preguntado por este extremo, el presidente de la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas manifiesta que «depende de la mezquita y de la gente que va», ya que, en algunos lugares de culto, «acude más el hombre» durante todo el año.
Apunta Mounir Benjelloun que «en las mezquitas grandes sí» hay sitio reservado para las mujeres, y que este centro «no es un sitio no solamente de rezo, ellas hacen varias actividades y reuniones» con niñas pequeñas.
En el Islam, la mezquita es un centro importante de aprendizaje para la comunidad y desempeña un papel importante en la vida social de los fieles. Más de 100.000 musulmanes residentes en la Región se preparan para vivir, a partir de hoy, y hasta el próximo 12 de mes, un mes sagrado marcado por la covid.
«Traed la propia alfombra»
Las mezquitas son para hombres y mujeres, pero rezan en áreas separadas, la mayoría de las veces en salas aisladas. Por culpa de la pandemia, en el interior de los lugares de culto, se marcan directrices muy concretas, como «que cada uno traiga su propia alfombra», dice Benjelloun, con el fin de evitar contagios.
La pandemia, que ha segado la vida de más de 1.500 personas solo en la Región, tiene consecuencias, como el aforo permitido en las mezquitas, «mucho menor» si se aplican las restricciones establecidas para tratar de frenar los contagios. Otro problema con el que se veían, hasta ayer, era el toque de queda, ya que, apunta Benjelloun, «tenemos dos rezos muy importantes, rezos de la noche, donde se hacen varios rituales, y no se van a poder hacer» a la hora que tendrían que hacerse, dado que en la comunidad murciana, hasta que mañana se relajen las medidas, hoy de diez de la noche a seis de la mañana no se puede salir a la calle, si no es por razón de fuerza mayor.
El Ramadán virtual, no obstante, se sigue celebrando, tras resultar efectivo en 2020, cuando «se transmitió en directo y lo siguió cada uno desde su casa, cada uno desde su móvil: Zoom es una buena herramienta», considera Benjelloun.