En vísperas del segundo aniversario de los atentados de Bruselas, el gobierno belga ha retomado el control de la Gran Mezquita, situada en pleno centro de la ciudad.
Este lugar de culto se financiaba desde Arabia Saudí. Y diversas investigaciones indicaban que se había convertido en un centro de radicalización y de difusión del salafismo.
«Varios jóvenes que frecuentaban esta mezquita se fueron a Siria para combatir en las filas del grupo Estado Islámico, explica Georges Dallemagne, miembro de la comisión parlamentaria que investigó los atentados. «Y no es la única mezquita salafista de Bruselas. También está la mezquita Lokman del barrio de Molenbeek, que tenía vínculos estrechos con la Gran Mezquieta y que estaba en contacto con los terroristas que cometieron los atentados».
En la Gran Mezquita lo niegan e insisten en que no hay pruebas que demuestren la influencia del salafismo en sus prédicas. El director del centro, Tamer Abou El Saod, explica que todos los contenidos son supervisados. «El nuestro no es un mensajes ni radical ni salafista. Todos nuestros sermones se preparan por adelantado y son revisados por un pequeño comité dentro de la mezquita. Lo analizamos, hablamos sobre el mensaje y escribimos la versión final que es la que se usa en el sermón del viernes».
Pero las autoridades belgas han tomado conciencia de las lagunas que permitieron la formación de células terroristas en su territorio y buscan vías para combatir el fenómeno de la radicalización.
Para hablar de este tema, Euronews ha entrevistado a Michaël Dantinne, profesor de Criminología en la Universidad de Lieja y miembro también de la comisión parlamentaria que investigó los atentados.
Aissa Boukanoun- Euronews
En Bélgica, tras los atentados de 22 de marzo de 2016, el gobierno adoptó una serie de medidas sin recurrir a leyes de excepción, ¿por qué?
Michaël Dantinne, profesor de la Universidad de Lieja
Ante todo porque no debemos luchar contra el gesto antidemocrático del terrorismo con leyes que violan las libertades y la democracia. Es una buena reacción.
Aissa Boukanoun- Euronews
El gobierno belga anunció el viernes que había tomado el control de la Gran Mezquita de Bruselas. Este es el punto de partida para un islam de Bélgica?
Michaël Dantinne, profesor de la Universidad de Lieja
Creo que el objetivo es, de entrada, simbólico. Dado que la invesgación había llegado a la conclusión de que en esta mezquita se predicaba el salafismo wahabita, había que decir basta.
Ahora habrá que desarollar otro tipo de islam. Se habla mucho del islam de Bélgica. Y eso quiere decir todo y nada. Un islam de Bélgica significa ciertamente un islam hecho por la comunidad musulmana belga, de acuerdo con la sociedad belga y, sobretodo, de acuerdo con las leyes belgas. Porque el radicalismo dice que cuando hay un conflicto entre la ley de Dios y la ley de los hombres, prevalece la ley de Dios. El islam de Bélgica debe poner la ley de los hombres por delante de la ley de Dios.
Aissa Boukanoun- Euronews
La seducción jihadista se produce mediante un rápido proceso de radicalización en cárceles, mezquitas y redes sociales. ¿Cuál es el perfil tipo de un reclutador?
Michaël Dantinne, profesor de la Universidad de Lieja
En realidad, hay diferentes elementos. El reclutador no seducirá a todos, hay personas que son más receptivas a su mensaje. Luego debe encontrar el mensaje correcto, y ciertamente el grupo Estado Islámico lo ha hecho muy bien. Ha encontrado el mensaje adecuado en el momento adecuado para dirigirse a un grupo muy vasto de personas.
El mensaje es transmitido por personas que fascinan. Y no debe tratarse necesariamente de una gran figura como Osama Bin Laden. Puede ser alguien que vive a la vuelta de la esquina y a quien respetamos. Así pues hace falta un mensaje, un punto de partida y un líder carismático.
Aissa Boukanoun- Euronews
El fenómeno del retorno de los yihadistas desde las zonas de conflicto preocupa a nuestra sociedad. ¿Es posible determinar la sinceridad de un yihadista arrepentido?
Michaël Dantinne, profesor de la Universidad de Lieja
Es una pregunta pertinente, porque según un estudio realizado en Francia, los jóvenes creen más en la palabra del arrepentido que en la palabra del estado francés.
Así pues hay interés en asegurarse que estas personas no mantienen un doble discurso. Pero es muy dificil estar seguros al cienpor cien. El riesgo cero no existe.
Algunas personas, bajo la apariencia de participar en la prevención del radicalismo, podrían utilizar su posición para radicalizar a otros. Debemos ir con mucho cuidado. El arrepentido es un elemento dinamizador pero también peligroso. Cualquier prudencia es poca.