Manifestaciones y boicots a las propias obras teatrales son los métodos utilizados por los grupos religiosos
Una vez más la libertad artística, en esta ocasión asociada al mundo del teatro, se ha encontrado con las furibundas críticas y ataques de los ultracatólicos. El pasado sábado, 30 de octubre, se manifestaron en París varios colectivos cristianos llegados desde diferentes países y convocados por el Institut Civitas.
Dicha concentración era su respuesta a las dos obras de teatro que durante estos días serán programadas por varias ciudades franceses y que según su parecer atentan contra sus creencias. Así lo expresaban junto a todo tipo de iconografía religiosa y con proclamas sobre el carácter católico de Francia y la cristofobia que según los convocantes desprendes ciertas manifestaciones culturales.
El centro de las iras católicas se concentran en dos representaciones. La primera de ellas ’Sobre el concepto de la cara del hijo de Dios’, del autor italiano Romeo Castellucci y ahora mismo en cartelera y que continuará su gira por otras ciudades. Las críticas contra ella provienen de algunas escenas impactantes como el embadurnamiento con heces el rostro de Jesucristo y su posterior acuchillamiento. La otra obra en controversia es ’Gólgota picnic’, de próximo estreno, dirigida por Rodrigo García y en la que el autor reflexiona de forma crítica los diferentes episodios de la Biblia.
Pero los seguidores ultracatólicos no se han detenido en mostrar su malestar manifestándose, varios han sido los incidentes que han creado en el propio Théâtre de la Ville que incluyen lanzamientos de bombas fétidas y lacrimógenas, saltar al escenario o intentar prohibir la entrada a los asistentes. Más de 200 personas involucrados en estos actos y pertenecientes a organizaciones cristianas como France Action Jeunesse, Action française, Renouveau Français o el mismo Instituto Civitas, han sido detenidos o multados por atentar contra la libertad de expresión.
Todo esto ha hecho que la Conferencia Episcopal condene los actos violentos, que los consideran alejados de su doctrina, y se desvincule además de la manifestación celebrada este sábado. Eso no ha impedido sus críticas hacia las obras de teatro en cuestión y han pedido que no se destine “ni un euro público” a una producción, en referencia a “Gólgota picnic”, que “denigra un culto”.
De forma totalmente contraria se ha manifestado el alcalde de París, perteneciente al Partido Socialista, Bertrand Delanoë, que ha expresado su preocupación y malestar por la perturbación que está sufriendo la programación del mítico teatro y ha insistido que el ayuntamiento denunciará a todos aquellos que intenten sabotear las obras.
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