Pere Barceló, el expárroco de Can Picafort condenado a seis años de cárcel por violar a una monaguilla cuando tenía diez años, ha ingresado de forma voluntaria en la prisión de Segovia, según confirmaron ayer fuentes penitenciarias.
El exsacerdote, de 64 años, se presentó voluntariamente el pasado jueves, para cumplir la pena de seis años impuesta por tribunal de la sección segunda de la Audiencia de Palma, en la prisión de Segovia.
Una vez en el centro penitenciario segoviano, el condenado fue trasladado al departamento de ingresos, a la espera de que se le asigne otro módulo.
El pasado 4 de julio la Audiencia de Palma emitió la sentencia condenatoria por un delito continuado de agresión sexual en la que destaca “la violencia e intimidación que ejerció el acusado sobre la menor”.
Durante el juicio el propio expárroco, el primero expulsado de la Iglesia en España antes de un juicio por pederastia, admitió haber abusado sexualmente de la niña en varias ocasiones y contó que aprovechaba la ausencia de adultos para llevarse a la menor a su propia habitación.
Los tocamientos se repitieron en el coche cuando la acompañaba a casa, en su habitación e incluso en el domicilio familiar de la menor, también llegó a violarla entre diez y doce veces.
El tribunal consideró probado que desde principios de 1997 y hasta el verano de 1998, con intención de satisfacer sus deseos sexuales abusó de la monaguilla y le impuso una pena de seis años, que el propio condenado aceptó. El fallo incluye la prohibición de acercarse a la víctima durante cinco años cuando quede libre.