En primer lugar decir que nuestros objetivos son la consecución del estado laico, la difusión de nuestras ideas y la lucha social para alcanzar estos objetivos. Nuestras energías deben ir por aquí.
En el Observatorio del Laicismo y en las redes sociales ha aparecido un texto de Andrés Carmona solidarizándose con este mencionado cura. Veamos este asunto con brevedad.
Normalmente la gente se solidariza con alguien que sufre persecución, que reivindica o denuncia algo por lo que está siendo víctima. Ese es el significado de la palabra solidaridad.
Nada de esto ocurre con este cura que ha iniciado una protesta que empieza y termina en si mismo. Un círculo perfecto. Por lo tanto, la solidaridad aquí con él es defender lo que plantea, ser su vocero.
Este cura no ha recibido ninguna represalia por parte de la iglesia, ha puesto y ha quitado una pancarta en la que se vierte una idea del cristianismo que no comparten todos los creyentes y que difieren plenamente con algunos de sus planteamientos. Yo no voy a entrar en lo que dice, parece que no haya habido aggiornamento en la iglesia para el cura de Viveros, pero sí en que si la neutralidad es un principio del laicismo, que se hace solidarizándose con estas posiciones? Y esto es así porque si no ha recibido sanción ni reprimenda es que la solidaridad es con lo que él denomina pecados.
Lo más coherente que puede hacer el cura de Viveros es dejar la corporación a la que pertenece si realmente no comparte esa tolerancia hacia los pecados que el nombra. Pero no, él no toca a la jerarquía, mucho cuidado con eso ¡!! si no a los feligreses que van a la iglesia y no practican el cristianismo como él considera. Su crítica no es a la Jerarquía Católica, que hoy representa una institución que defiende sus privilegios con uñas y dientes, desprecia y ataca a las mujeres, silencia la pederastia y no respeta los derechos humanos. El de Viveros de eso no dice nada de nada, todo para los parroquianos, un poco parecido al estilo Donald Trump.
Desde su púlpito puede decir lo que desee, nada que objetar, pero desde el laicismo sorprende que un laicista que considera la libertad de conciencia como el bien supremo, qué hace solidarizándose con él? Desde qué principios? Desde que posiciones?
La ideología de la liberación y la gente que dio su vida por defender causas sociales justas sí que ha despertado siempre solidaridad, desde los valores humanistas y de justicia social pero este cura de Viveros y su escrito, tienen que resolver su situación con la Iglesia católica y /o con su feligresía.
Los laicistas tenemos otros objetivos y desde la neutralidad no deberíamos intervenir en algo como lo que un cura considera pecados , algo que, como he dicho al principio, empieza en él poniendo una pancarta y se cierra quitándola, vete a saber por qué razones reales