El socialismo cristiano celebró su primer Congreso internacional en Suiza en el verano de 1928. Durante los años veinte El Socialista dedicó cierta atención a este movimiento recogiendo noticias y debates sobre el mismo. A primeros de septiembre de 1928 explicó para el lector español el desarrollo de este Congreso.
En el Congreso estuvieron presentes delegados de Suiza, Francia, Inglaterra, Holanda y Estados Unidos. El Congreso fue presidido por una mujer, Ejena Monastier, delegada de los socialistas de la Suiza francófona.
El socialismo cristiano celebró su primer Congreso internacional en Suiza en el verano de 1928
Fred Hughes fue el delegado de los socialistas cristianos de Inglaterra, y secretario del Sindicato de empleados de oficina en Londres. Hughes explicó a los delegados la historia del movimiento en su país. La Sociedad de Socialistas Cristianos había sido fundada por un grupo de laboristas. Así pues, este movimiento estaba imbricando en la compleja estructura del Partido Laborista. La noticia aludía que, además, de forma paralela, existía la Sociedad de los socialistas católicos, uno de cuyos principales líderes era John Weathley, que llegó a ser ministro. Hughes reconoció que los socialistas cristianos no eran muchos en el Reino Unido, pero consideró que progresarían y que el porvenir pertenecía a un “Socialismo desinteresado e inspirado en la doctrina de Jesucristo”.
El pastor en Mannheim, Eckert, explicó, por su parte la importancia del movimiento cristiano socialista en Alemania, un asunto que también hemos tratado en este medio, siendo muy activos en el seno del SPD.
Por Francia intervino Pablo Pasy, que había sido profesor en la Sorbona, además de fundador de la colonia colectivista de Liefre, y líder del socialismo cristiano en su país. Su participación se centró en explicar las dificultades de este socialismo en Francia porque era muy criticado, especialmente por la patronal.
Los socialistas cristianos debían ser los mejores socialistas por ser cristianos, y los mejores cristianos por ser socialistas
El socialismo cristiano belga no estuvo representado físicamente, pero se leyó un mensaje de Henri de Man que, como bien sabemos, fue uno de los principales líderes del Partido Obrero Belga, y un teórico, y que puso en marcha un plan que lleva su nombre, pero que terminó colaborando con las autoridades nazis que ocuparon su país. En todo caso, su mensaje se resumía en una frase en la que expresó que los socialistas cristianos debían ser los mejores socialistas por ser cristianos, y los mejores cristianos por ser socialistas.
El Socialista realizó una reflexión final a la noticia del acto que demuestra la importancia que la publicación obrera española daba este tipo de socialismo en esta época, como exponíamos al principio. A los socialistas españoles les parecía muy interesante que personas religiosas denunciaran el espíritu que consideraban sectario de los que empleaban el cristianismo para que el poder económico pudiera conservar sus privilegios, aludiendo al caso español.
Hemos consultado el número 6104 de El Socialista.