Decenas de vecinos de Boada fueron fieles este domingo a su cita con el Santísimo, celebraciones religiosas que comenzaban con una misa concelebrada por varios sacerdotes y un diácono de la diócesis de Ciudad Rodrigo.
Concluida la eucaristía, el Santísimo salía en procesión bajo palio y guiada por los mayordomos en representación de la Corporación municipal, el alcalde, Matías Garzón, y el concejal José Ramón García, que fueron los encargados de empuñar las varas.
Con cantos de hombres y mujeres, el Santísimo recorría las calles en las que aparecían hasta tres altares y dos bebés que fueron bendecidos al paso de la custodia, un acto que finalizaría con el regreso a la iglesia parroquial.