La Consellería de Educación e Ordenación Universitaria confirmó hoy que el Ejecutivo gallego retirará la simbología religiosa de los centros públicos de Galicia en el caso de que el Gobierno central "mande su retirada", aunque abogó por "la libertad" de los centros "dentro de la legalidad vigente".
Concretamente, el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, señaló en una entrevista a Europa Press la necesidad de que "haya un claro deslinde entre el fenómeno religioso y el espacio público y la laicidad del Estado". "Nuestra idea es que en los colegios públicos no exista ningún símbolo religioso, pero si resulta que hay una imagen que es patrimonio histórico y es un centro público, si tiene valor histórico-artístico, no podrá destruirse", argumenta.
En esta línea, fuentes del departamento autonómico aclararon que la Xunta "apuesta por la libertad de los centros dentro de la normativa y de la legalidad vigente", además de manifestar "pleno respeto al marco constitucional que permite que las familias y los padres puedan elegir un determinado centro para sus hijos".
"Si –el Estado– manda retirada, se mandará –desde la Xunta a los centros–", concluyó. Asimismo, aseguraron que, aunque no se lleva a cabo un recuento sobre el número de centros que mantienen dicha simbología, "en casi ninguno queda".
Finalmente, afirmaron que la Consellería "no recibe ninguna llamada" de padres o tutores de alumnos, en la que se manifiesten quejas por la presencia de dicha simbología.
