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Dossier ateismo en Público

El cerebro creó la religión para evitar el estrés

– La necesidad de reducir la tensión neuronal que genera la incertidumbre explica la persistencia del fenómeno religioso
Richard Dawkins cree que los creyentes se autoengañan
– «Nuestros ancestros imaginaban cosas que les atemorizaban»
La socialización, los rituales y la creencia en la  vida eterna limitan el estrés

 
MIGUEL ÁNGEL CRIADO
Madrid
 
Karl Marx se equivocaba cuando consideró a la religión como el opio del pueblo. En realidad, como está demostrando la neurociencia un siglo y medio después de que el filósofo  alemán escribiera aquella sentencia, el destinatario de su poder analgésico es el cerebro.
 
Apoyados en la biología evolutiva, las últimas técnicas en neuroimagen y el análisis de residuos cerebrales, dos científicos estadounidenses explican en el libro God’s Brain (El cerebro de Dios), publicado en EEUU a comienzos de marzo de 2010, cómo la experiencia religiosa libera una  serie de neurotransmisores y hormonas que mitigan el estrés que sufre el cerebro ante los pequeños problemas de la vida diaria y las grandes preguntas que, desde siempre, se hace el ser humano.
 
Sostenemos que el cerebro creó la religión y la idea de Dios”, explica el antropólogo Lionel Tiger, profesor de la Universidad Rutger y coautor del libro. “Sospechamos que nuestros ancestros imaginaban cosas que les atemorizaban, así que, para reducir ese miedo, produjeron una idea de Dios y formalizaron las religiones”, añade.

Desde mucho antes de la Ilustración, pensadores de todos los tiempos han cuestionado la sobrenaturalidad de la religión. Filósofos, librepensadores y científicos, en especial desde que se hicieron públicas las teorías de Darwin y los trabajos de Mendel sobre genética, han visto en la religión una creación humana destinada a hacer la vida en la Tierra algo  más confortable. Pero no dejan de ser opiniones o teorías mejor o peor fundamentadas.

 
80% de creyentes
 
Algunos científicos, como el conocido biólogo Richard Dawkins, han acusado a los creyentes de autoengañarse o de tener sus capacidades mentales disminuidas. Con el 80% de la población mundial que se declara creyente de una de las 4.000 religiones que existen, según el libro, una explicación así deja poco margen al futuro de la especie humana. En realidad, según estos autores, el cerebro ha fabricado la religión en su propio beneficio. Y la llegada de la neurociencia y los experimentos con el cerebro han permitido conocer mejor cómo lo hace.
 
El neurólogo Michael McGuire, coautor del libro y profesor en la universidad californiana de UCLA, descubrió hace casi 30 años cómo estudiar el cerebro de los chimpancés por medio de los residuos de su actividad  neuronal sin dañarles. Sus trabajos le permiten sostener  que también tienen un sentido de lo que está bien y  lo que está mal, es decir, la moral. “No es descabellado que los chimpancés tengan una idea de Dios, pero no tenemos evidencias”, opina McGuire. Y no lo es porque ambas especies comparten una misma base biológica,  posible origen de su moral.
 
Pero el impulso definitivo al estudio del cerebro lo han dado las distintas tecnologías de neuroimagen (resonancia magnética, tomografías, o magnetoencefalografía). En el repaso de los más recientes trabajos en este campo que hace el libro, se observa cómo la fe en Dios reduce los síntomas de la depresión y favorece el autocontrol mientras que la meditación mejora algunas capacidades mentales. Otro estudio también reveló que los creyentes viven más que los ateos o los agnósticos.
 
La causa hay que buscarla dentro del ser humano. A pesar de ser la especie más poderosa, es presa fácil del miedo y la incertidumbre. Esto genera estrés neuronal, deteriorando las dendritas y reduciendo la neuroplasticidad. Induce más de 100 cambios en el cerebro. Según los autores, sólo la religión ofrece un bálsamo trinitario formado por la “socialización positiva, los rituales y una creencia, generalmente en la otra vida”. La experiencia religiosa libera neurotransmisores como la serotonina, la dopamina o la oxitocina, que dan paz al cerebro. Aunque los ateos y los agnósticos pueden combatir el estrés con actividades que recreen esta socialización, “siempre les quedará algo de dolor, a menos que crean en la otra vida”, aseguran.
Desde un punto de vista evolutivo, parece un suicidio no ser religioso.  ?
 
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La química, «el ejército de salvación» de Dios

– El ambiente cambia el cerebro por medio de los neurotransmisores
– Existe una relación entre el estatus social y el nivel de serotonina
– «El estrés nos ayuda a lidiar con nuestros peligros evolutivos»

M. Á. C.
Madrid

En 1980, Michael McGuire, uno de los autores de God’s Brain, era el director del laboratorio de primates no humanos en la escuela médica de la Universidad de UCLA, donde estudiaba a dos docenas de ejemplares de un mono llamado cercopiteco verde (Cercopithicus aethiops) y, casi al azar, hizo un descubrimiento sorprendente. Entonces, cuando no había otra técnica de neuroimagen que los rayos X, la mejor forma de poder analizar el cerebro de un animal sin tener que sacrificarlo era estudiando los residuos de su actividad. El cerebro evacua su basura por medio del fluido cerebroespinal.
 

Uno de los estudiantes de su laboratorio decidió extraer muestras de ácido 5- hidroxiindolacético (5-HIAA), un subproducto de la serotonina, de varios ejemplares.
 
Más serotonina
 
Para sorpresa de McGuire, el cerebro de los machos dominantes excretaba el doble de 5-HIAA que el de los subordinados, es decir, liberaban más serotonina. Convencidos de que era un error, repitieron las pruebas seis veces, con el mismo resultado. Además, retirando del grupo a un dominante para que ascendiera otro, comprobaron que el primero bajaba sus niveles, mientras que el nuevo jefe los aumentaba.
 

Estaban ante un nuevo paradigma: la conducta social, en este caso el estatus, puede afectar a la química cerebral. Es sólo es una pequeña parte de la guerra interna que vive el cerebro constantemente. Como explica el neurólogo Carlos Belmonte, catedrático de Fisiología Humana en la Universidad Miguel Hernández y premio nacional de Investigación de 2008, “el estrés forma parte de nuestro contexto vital, una medida de estado de alerta para lidiar con nuestros peligros evolutivos”.

 
Y el estrés fatiga el cerebro liberando neurotransmisores, en especial adrenalina, en el cuerpo. Al mismo tiempo, se activan las rutas neuronales que suprimen el dolor. Otro efecto que genera es la elevación de hormonas como la cortisona. A la corteza frontal, el centro de toma de decisiones del cerebro, llegan dosis extra de otros químicos como la dopamina y la norepinefrina. El resultado es el agotamiento físico del cerebro.
 
Para contrarrestar el riesgo de fatiga neuronal, los seres humanos, como los monos, segregan varios neurotransmisores. En especial, además de la dopamina, están la serotonina y la oxitocina, una hormona que es a la vez neurotransmisor.
 
Aunque por razones éticas y técnicas no se puede medir los niveles exactos de neurotransmisores en humanos, todo indica que, como en los monos de McGuire, existe una relación entre el estatus social y el nivel de serotonina. La norepinefrina también parece relacionada con los encuentros sociales positivos y la dopamina interviene en la anticipación del placer. La oxitocina sirve como neurotransmisor en zonas del cerebro relacionadas como la emoción y la conducta social.


Esta panoplia de químicos es, según los autores, “el ejército de salvación” que la religión ofrece. Como escriben en el capítulo 9: “No tenemos mejor explicación al origen de la religión que como un producto de un cerebro humano siempre activo”.  ?

 
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De los neandertales al consumismo

El proceso de secularización no ha acabado con la espiritualidad
 
M.Á.C. – Madrid
 
 
“Hay religiosidad desde los neandeartales, al menos. En la Sima de los Huesos hay evidencias de hace 200.000 años”, dice el director del Centro Nacional de Evolución Humana y codirector de las excavaciones en Atapuerca, José María Bermúdez de Castro. Desde entonces, evolucionó hacia la formalización. Y sólo en los últimos siglos, ha cedido terreno a la secularización.
Las pinturas rupestres y las piedras labradas son las primeras muestras en el camino de la formalización de la religión como un sistema de normas, ritos y creencias en un ser superior. Pero no es hasta hace sólo unos 4.000 años que el modelo toma su forma definitiva en zonas como Egipto, la India y Oriente Próximo.
 
En especial, el judaísmo es la primera religión monoteísta que aspira a gobernar la totalidad de la experiencia vital de los hombres. El azar de la historia, haciendo coincidir la caída del Imperio Romano con el auge del cristianismo completó, al menos en Occidente, la tarea iniciada en Jerusalén.
 
Con la Ilustración empezó el proceso de secularización, una especie de camino de vuelta. Pero, como dice Javier Armienta, de la Sociedad para  para el Avance del Pensamiento Crítico, “no nos hemos descabalgado de las creencias”. Ni las utopías fracasadas del siglo XIX lo han conseguido.
 
Los ismos, como el comunismo o el moderno consumismo, no generan el efecto balsámico que si tienen las actividades religiosas”, explica Michael McGuire, coautor de God’s Brain. Ni siquiera en las sociedades más avanzadas, como la estadounidense, se han librado del fanatismo religioso. Es más, de allí es de donde surgen los intentos de cristianizar la ciencia, como busca el diseño inteligente. No en vano, la mitad de los científicos de EEUU se declaran creyentes, según Pew Research Center, un 10% más que hace 100 años.  ?

 
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LA OBSESION DE LAS AUTORIDADES RELIGIOSAS CON EL SEXO
 
Antes de existir las religiones formales, los antiguos humanos compartían una serie de códigos sobre el sexo: la prohibición de practicarlo en público, sanción del adulterio, responsabilidad para con los hijos o establecimiento de una edad mínima para mantener relaciones sexuales. Pero, como dicen los autores en el libro, no es hasta la institucionalización de la religión, con su estructura, sus escritos sagrados y sus  rituales, que los representantes de Dios no se inmiscuyeron en todo lo que tiene que ver con el sexo. La razón es poderosa.
 
La preocupación de las autoridades religiosas con el sexo tendría que ver con el simple hecho de que la conducta sexual es, de entre todas las conductas humanas, la más difícil de controlar, aparte del comer, respirar o excretar”, escriben los científicos en ‘God’s Brain’.
 
También ofrecen una explicación al tradicional machismo religioso. El hecho de que la práctica totalidad de las religiones muestre un gran desvelo por la virginidad y el pudor femeninos, que no exigen por igual al hombre, sugiere, según los autores, que el afán de control no tiene tanto que ver con la moralidad y el embargo del placer, sino con el control de la reproducción para fines sociales y religiosos.
 
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Breve Historia del pensamiento contra la religión

infografia@publico.es 

 
MOLIÈRE                    Ataque al poder y a la hipocresía 
(1622-1673)                 de los religiosos.
Dramaturgo                 Obra: ‘Tartufo’ (1664)
 
JEAN MESLIER           Religión e injusticia social son las .
(1664-1729)                 dos caras de la misma moneda
Sacerdote                   Obra: ‘Memoria contra la religión’ (1762)
 
VOLTAIRE                   Lucha contra la superstición.
(1694-1778)                 Obra: 'Tratado sobre la tolerancia’ (1767)
Filósofo                     
 
PAUL HENRI THIRY     La religión es una consecuencia de la
D' HOLBACH               ignorancia explotada por el despotismo.
(1723-1789)                 Obra: ‘El cristianismo desenmascarado’ (1767)
Filósofo
MARQUÉS DE SADE   Ninguna religión vale una sola gota de sangre.
(1740-1814)                  Obra: ‘Diálogo entre un sacerdote y un moribundo’ (1782)
Novelista                       
 
MIJAÍL BAKUNIN          Defensa radical del ateísmo. Llama a la
(1814-1876)                  "destrucción" de la idea de "Dios"
Filósofo y politólogo      Obra: ‘Dios y el Estado’ (1871)
 
KARL MARX                 La religión es el opio del pueblo.
(1818-1883)                   “La miseria religiosa es a la vez la expresión 
Filósofo y politólogo       de la miseria real y la protesta contra la miseria real”.
                                    Obra: ‘La ideología alemana’ (1846)
 
FIEDRICH NIETZSCHE   Nihilismo, crítica de la perversión del
(1844-1900)                   cristianismo, Dios ha muerto.
Filósofo                         Obra: ‘Así habló Zaratustra’ (1882)
 
SIGMUND FREUD         El origen de la religión está en el complejo de

(1856-1939)                   Edipo. La religión se opone al mundo de los
Médico, neurólogo,        deseos del individuo y está asociada a
psicoanalista                 la neurosis histérica                                                         .
                                    Obra: ‘Los actos obsesivos y las
                                             practicas religiosas’
(1907)

 
 

BERTRAND RUSSELL   La religión sirve para impedir el conocimiento,
(1872-1970)                   promover el miedo y la dependencia. Es
Filósofo y matemático    responsable en gran parte de la guerra,
                                    opresión y miseria del mundo.
                                    Obra: ‘Por qué no soy cristiano y
                                               otros ensayos'
(1927)
 
MICHEL ONFRAY         Las religiones son indefendibles como
(1959)                           herramienta para comprender la realidad.
Filósofo                        Obra: ‘Tratado de ateología’ (2006)

 
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Ateísmo militante en el siglo XXI
 
Seis autores para entender
la lucha contemporánea contra DIOS
 
por CARLOS PRIETO

 
‘dios no existe’
Christopher
Hitchens

 
El controvertido periodista británico afincado en EEUU publicó primero un ensayo cuyo título dejaba lugar a pocas dudas: ‘Dios no es bueno. Alegato contra la religión’ (Debate, 2008).
La fe religiosa es imposible de erradicar precisamente porque somos criaturas que todavía estamos evolucionando. Jamás sucumbirá; o, al menos, no sucumbirá hasta
que superemos el miedo a la muerte, a las tinieblas, a lo desconocido y a los demás
”, escribió allí Hitchens, que remató su jugada a favor del ateísmo militante en
‘Dios
no existe’
(Debate, 2009), un recorrido cronológico por la historia del pensamiento ateo desde la antigüedad clásica hasta el siglo XXI.

‘Tratado de ateología’
Michel Onfray

Michel Onfray es el más conocido de los filósofos actuales que siguen esa fructífera tradición francesa de buscarle las cosquillas a las religiones.
En ‘Tratado de ateología’ (Anagrama, 2006) aseguró que Dios no estaba muerto. Puede que lo hubiera llegado a estar en algún momento, pero resucitó y se encuentra en la plenitud de su renacimiento, tanto en Occidente como en Oriente.
El escritor francés cree que es urgente crear un nuevo ateísmo militante y llama a llevar a cabo una “
descristianización radical de la sociedad”. No obstante, también pide que
el nuevo ateísmo no sólo se defina a la contra, sino que proponga formas concretas de convivencia.

‘La puta de Babilonia’
Fernando Vallejo

El novelista colombiano Fernando Vallejo pide cuentas a la Iglesia en ‘La puta de Babilonia’ (Seix Barral, 2009). No es un título gratuito: así es como llamaban los albigenses a la Iglesia de Roma, inspirados en la expresión del Apocalipsis. El controvertido Vallejo repasa aquí los crímenes cometidos en nombre de Cristo por su Iglesia desde el año 323 cuando, apoyado por el emperador Constantino, el
catolicismo pasó de víctima a verdugo y se convirtió en la religión monoteísta dominante en Occidente.

‘Probablemente Dios no existe’
Joan Carles Marset  y Gabriel García

‘Probablemente Dios no existe’ es un alegato a favor del ateísmo. Los ensayistas españoles se preguntan qué es ser ateo hoy en día, cómo surge el pensamiento religioso y cuáles son las fricciones más habituales entre ciencia y religión. El título de la obra es el lema de la exitosa y polémica campaña atea lanzada en Londres en enero de 2009. El ensayista Joan Carles Marset ha publicado también ‘Ateismo y laicidad’ (Los libros de la Catarata, 2008) donde, entre otras cosas, repasa el papel de la laicidad en el proceso de construcción europea y analiza las relaciones entre la Iglesia católica y el Estado español durante la primera legislatura de Zapatero.

 
‘El espejismo de Dios’
Richard Dawkins
El célebre zoólogo británico analiza en ‘El espejismo de Dios’ (Espasa Calpe, 2008) la irracionalidad y el daño que la religión ha causado a la sociedad, recorriendo el hilo secreto que une a las Cruzadas con los atentados del 11-S. “Antes que Darwin, filósofos como Hume comprendieron que la improbabilidad de la vida no significaba que hubiera sido diseñada, pero no podían imaginar cuál sería la alternativa. Tras Darwin,
deberíamos presentir ciertas sospechas en lo más profundo de nuestro ser, con relación a la propia idea del diseño
”, escribe Dawkins al principio de este ‘bestseller’
 

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