Es realmente escandaloso leer editoriales como este:
El bautizo civil, un gesto para el ámbito privado
BAUTIZAR tiene, según la Real Academia de la Lengua, dos acepciones: administrar el sacramento del bautismo y ponerle nombre a algo. Recientemente algunas parejas españolas han querido para sus hijos una ceremonia laica a la usanza de las que se celebraron durante la Revolución Francesa. Nada hay que objetar al deseo de reunir a familia y amigos para apadrinar a un niño eludiendo cualquier significado religioso. Lo que no se justifica es que un cargo público oficie el acto y menos aún, como propondrá el PSOE en el próximo pleno del Ayuntamiento de Madrid, la creación de un registro civil para quienes lo realicen. Ayer el concejal Pedro Zerolo solemnizó el primero de estos bautizos en la capital, que consistió en leerle un poema y los Derechos del Niño al hijo de la actriz y columnista de EL MUNDO Cayetana Guillén-Cuervo, amén de declararle «ciudadano». Resulta más que evidente que un acto así no tiene ni debe tener efectos civiles o legales, y por eso debería limitarse al ámbito privado, sin coste para los contribuyentes.
http://www.elmundo.es/elmundo/2009/06/05/opinion/15835278.html
Resulta que la denuncia debería ir en sentido inverso: desde el Estado se protege y financia a una entidad privada -iglesia católica- en todos sus rituales simbólicos -incluidos bautizos-, vulnerando el precepto constitucional (art.16.3) de que ninguna religión tendrá carácter estatal. La desfachatez, caradura y sinvergonzonería de algunos mass media es evidente. Lo escandaloso es que se atrevan a decir que dicho acto civil no debería tener efecto legal alguno…¡Los que dan carta de naturaleza a la ilegalidad de los acuerdos del Estado español con la Iglesia católica!
Javier
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Interesante debate. Me considero laicista y creo que un bautizo laico, oficiado por un cargo público, no tiene sentido. Es absurdo. Es algo que debe quedar en el ámbito privado. Lo mismo diría de una “no comunión”, de una mayoría de edad o de un entierro-incineración No son actos civiles.
Una boda es otra cosa: Es una unión civil recogida en las leyes, por tanto, tiene que oficiarse por un funcionario o un cargo público, que de validez oficial al acto que, dicho sea de paso, tiene muchas implicaciones: Herencias, divorcios, custodias, obligaciones, derechos, etc.
Dicho esto, entiendo también que algunos laicistas quieran que el Estado se implique en las ceremonias laicas de iniciación, de mayoría de edad, etc. Es una forma de robar “clientes” a las confesiones religiosas. Porque, al fin y al cabo, la gente lo que quiere es celebrar algo, compartir vivencias y sacarle provecho (intercambios). En este sentido los laicistas estamos en desventaja: Damos en bautizos y comuniones (para no quedar mal, por ejemplo), pero no recibimos nada porque no celebramos. Me baso en una hipótesis: supongo que el origen de los “regalos” en su día fue el de compartir (intercambios diferidos) y quien no daba en el seno del grupo no recibía (o era despreciado).
Pero, si esto es así, ¿Por qué no celebrar también romerías y procesiones civiles? Bueno, a juzgar por lo que hay a su alrededor (juerga, comilonas, borracheras, turismo, etc.) creo que casi todas estas celebraciones y actos ya lo son.
Casimiro
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Buenas. A mi, en una situación normal, es decir, en un estado laico que no paga un duro por ceremonias religiosas, me parece absurdo también. Pero en la situación actual me parece un acto revindicativo muy útil, pues como vemos saca a la luz las contradicciones existentes. Quizá algunos tipejos sin escrúpulos tengan narices de sacar artículos como ese, pero a la mayoría de seres inteligentes les hace pensar, preguntarse cuánto nos cuesta a todos la manía de algunos de echarle agua por el pescuezo a los niños, y en la senda que Casimiro extiende, cuánto dinero reciben del estado las hermandades rocieras, cuánto de nuestro dinero se destina a la conservación de la ermita del Rocio y tantas otras.
Lorenzo
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Desde luego que es un tema interesante; no sólo teóricamente sino por la gran demanda que hay de este tipo de ritos. He participado en la presentación de dos ayuntamientos: en uno salió adelante en el otro no.
Desde luego que el tema no es laicista, ni siquiera y mucho menos por aquello de "robar clientes a las religiones". Es más me opongo a lo que sería la creación de una iglesia más, esta civil, en competencia con cualesquiera otras.
Los ritos de paso cívicos tienen sentido en un ambiente en el que la sociedad civil constituida políticamente quiera tener connotaciones de la tercera y muy olvidada elemento de la trilogía revolucionaria, la fraternidad. La promoción de un sentido de COMUNIDAD CÍVICA, correspondiente al Ámbito Público, que engloba a todas las diferencias de los individuos y comunidades en las que estos espontáneamente se agrupan (étnicas, culturales, religiosas, tradicionales…).
Desde las posiciones racionalistas y de defensa de derechos fundamentales tendemos a tener posiciones individualistas. Sin poder dar ahora una explicación más allá de que hay lazos de vinculación de raza humana; y de interrelación y dependencia, más allá de lo patente y manifiesto, entre los ciudadanos, soy convencido de la necesidad de desarrollar este sentido de Comunidad Cívica integradora de todas las diferencias la sociedad multicultural. Diferentes, debatidos y hasta posiblemente enfrentados en las creencias y convicciones particulares; pero unidos y partícipes de la búsqueda del Bien Común.
Soy partidario de instauración de ritos de paso cívicos, pero no para particulares; sino para todos. Periódicamente los Representantes políticos de los ciudadanos, invita a todos los que se encuentren en esa circunstancia a celebrarla conjuntamente. Es de suponer que muchos se excluirán que dandose en sus ritos particulares (Que desde luego no somn excluyentes entre sí. Pero ya es un acto público, con carácter de Público.
Ah! También soy partidario de celebrar procesiones civiles, conmemorativas de hechos muy importantes para todos, ya conozco algunas y son auténticos actos de afirmación civil. De las romerías no se me ocurre como podrían ser; pero hay gente para todo. ¿No es ya una romería la celebración de los días festivos? como lo son las romerías de los partidos políticos, pues eso mismo, pero para todos, y por una buena causa. ¡No hay que perder nada festivo!
Y hay que tener en cuenta que la Iglesia no lo ha inventado; sino que, en estos actos, ha sacralizado las demandas y necesidades de los individuos y grupos sociales.
Miguel
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Tal vez no se haya entendido lo de robar clientes, como yo tampoco entiendo bien cómo la celebración de ceremonias de paso promueven la fraternidad. Robar clientes a la iglesia es encontrar fórmulas civiles para satisfacer las demandas del personal. Porque en muchas ocasiones, lo que desea el personal es solemnidad. No es lo mismo casarse en una sala de un juzgado que en el Alcázar de Córdoba. O que te case un funcionario en vez del mismísimo alcalde (a mí me daría igual, pero entiendo que haya personas que no piensen lo mismo).
Y hablemos de igualdad, ¿cómo quedaría este elemento de la trilogía, con unas celebraciones ostentosas y otras a base de mortadela y aceitunas? ¿O todo el mundo lo celebraría de la misma manera después de pasar por el ayuntamiento?.
¿Y la libertad? ¿Sería obligatorio que el nuevo miembro de esa u-tópica comunidad cívica pasase por el aro del ritual del nuevo bautismo?
Casimiro
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El bautizo civil
Señor director:
No hay que perder la calma, la educación, ni destapar así, como en el fondo de toda intolerancia, una ignorancia agresiva. Los antropólogos estudiamos los
“Ritos de tránsito” existentes en todas las culturas, sobre los que existe una inmensa documentación específica, como el clásico libro así llamado de Van Gennep. Cada pueblo marca de un modo especial el nacimiento, la muerte y el comienzo de la vida adulta y reproductiva, entre otros hitos del individuo.
Cuando una cultura se impone a sangre y fuego sobre otras, como cuando “se enviaron las legiones contra las piedras” para destruir los templos paganos tras Constantino, sus ritos pasan a ser los únicos válidos para salvarse, y el individuo que no es marcado al nacimiento con su sello no es considerado como “persona”; no está casado, sino que vive en concubinato, “como los animales”; y muere sin salvarse, “condenado al infierno”. En una Europa en ebullición de nueva vida tras el Renacimiento, la Ilustración y la Revolución Francesa, han ido apareciendo nuevos ritos de paso que conviven, en una sociedad más democrática, pluralista, laica, junto con los que aun reclaman –a veces con la violencia física, como en tiempos de Franco- ser los únicos válidos.
Estos últimos decenios, la inmigración de millones de musulmanes, y de otras religiones de África y Asia, han ampliado aún más este proceso. Existen ya en muchos países, y aquí en Cataluña y otras regiones, manuales laicos, civiles, para que las autoridades se ajusten en ese campo al pluralismo que garantiza nuestra Constitución. Aparte de detalles de procedimiento que puedan parecer más o menos acertados en terreno aún en parte por consolidar, todos debemos respetar a quienes desean realizar esos ritos conforme a sus propias convicciones. De ahí que la rotunda condena de Rajoy -“el bautismo civil es una ridículo interplanetario”- lo que pone al desnudo de verdad es su profunda carencia de espíritu democrático, su alineamiento con los más retrógrados jerarcas del catolicismo, en contra del sentir de la gran mayoría de los mismos católicos de base, más inteligentes y respetuosos, -y por supuesto, mucho más caritativos, más cristianos de verdad-, que todos esos guías religiosos o (in)civiles, tan ciegos y cerrados.
Martín Sagrera Capdevila, religiólogo.
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Una historieta: En el pueblo de mi padre, por allá por Huesca, gobiernan las izquierdas (excepto una vez que hubo rara coalición entre PP e IU, para que vean como está el patio) en lo que ya podríamos llamar tradición histórica. Pues bien, resulta que algunos niños hacen la comunión católica, se visten de marinerito ellos y de princesita ellas y celebran "minibodas" con invitados, convite, tarta, café, copa y puro. Esto parece que deja un regusto desagradable a una porción del sector laico de pose (sólo de pose), que no pueden "competir" con este tipo de manifestaciones y vienen tragando agrias salivas hace años. Esto resultaba intolerable, así que cuando a algunos elementos del consistorio les llegó la "brillante" idea de celebrar rituales homónimos laicos, se les hizo el culillo "pesicola" y se apuntaron a comprar trajes y corbatas para sus hijos, zapatitos de cristal para sus hijas y reservar banquetazos de postín.
Supongo que esto pasa en todas partes, allí donde modernidad y progresismo mal entendidos y peor digeridos hacen que veamos triples saltos mortales hacia atrás en el terreno de lo estético, dejando en paños menores las presuntas y cacareadas convicciones.
Cierto es que el ritual es algo inherente a la esencia humana, pero aplicar photoshop al ritual católico para hacerlo laico me parece ridículo. Espero que el futuro no me reserve puñaladas como la extrema unción laica.
Roberto
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Muchos rituales, tal vez la mayoría, existen desde antes del catolicismo que los adaptó. Por ello no es desacertado presentar a un recién nacido copiando con el mismo descaro a quien lo hizo antes.
Hágase a gusto del consumidor.
Saludos, Just
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La distinción entre el bautismo o la comunión y el matrimonio, por otra parte, no la veo, no se en qué te basas para decir que el segundo tiene "consecuencias prácticas legales" que no tienen los demás. ¿No exixten consecuencias legales en el nacimiento de un niño y su inscripción en el registro? ¿y en su abandono de la niñez y su integración en la ciudadanía? si me apuras, bastante más que en el matrimonio, que sólo tiene sentido en la (¿acaso no ridícula?) monogamia imperante. Nacer hay que nacer, integrarse en la sociedad… quizá algo menos, pero casarse ¿para qué c. hace falta casarse?
Bueno, si interpretas como "bautismo laico" la inscripción en el registro, pues sí tiene consecuencias sociales.
En lo concerniente al abandono de la niñez, pues no creo que el hecho de comulgar religiosa o laicamente haga hombres a base de niños. Lo mismo que aquel "Te entrego un niño, devuénveme un hombre" en lo luparnares: Salía lo mismo que había entrado, o como mucho con alguna infección venerea.
Sobre el matrimonio, así a vuelapluma, inmediatamente da derecho a realizar declaración de la renta conjunta, a no tener que ir los dos al registro a inscribir a los hijos, a cobrar pensión de viudedad…
Roberto
Organicémonos, citando con rigor los hechos y sus derechos derivados, el rito siempre es lo mismo, una celebración, y su importancia depende de lo primero. El nacimiento da el registro, y el nombre con el que te conocerán, es muy importante, creo que imprescindible, y amigo: eso sí que da derechos, sin eso no eres nadie, es el derecho a existir. El resto de hechos y derechos, algunos de los cuales citas, no le llegan a ese ni a la suela de los zapatos, en mi opinión. Hoy en día, albricias, tengo entendido que el mero hecho de demostrar la convivencia con una persona durante un tiempo determinado da derecho a todos los derehos que mencionas y a más aún. Sin embargo, si no estás registrado será difícil que demuestres que existes, a efectos registrales, por mucho que tu mera presencia delante del funcionario de fe de tu existencia.
Lorenzo
lo que tiene que hacer un funcionario-político… es nacimiento (existir jurídicamente) y boda-pareja de echo ("contrato" entro dos personas)
para mi nada mas…
luego la celebración que cada uno quiera darle, esa es mi opinión si quieres llevarte a media familia de guapos para inscribirlos… pues que te dejen…
de hecho yo a mis hijos (tengo 3) les doy una fiesta en la que celebro su nacimiento… (pongo una vela con el número cero… celebro su cero cumpleaños… el más importante) lo mas importante la vida de mis hijos… y lo hago cuando tengo tiempo… no cuando los inscribo.. (de echo todavía tengo que celebrar el del último y tiene 1,5 años) son fechas muy recientes y la madre no esta para muchos trotes…
por cierto tenemos que reclamar que hagan velas de esas bonitas de pocoyo y todas esas chorradas… ya que hay de los primeros números pero del cero me dicen que no que con 10 años nadie pone velas de pocoyo y esas cosas… y claro a ver quien les explica que yo voy a celebrar el 0 año del niño… jaja
Jose
estoy de acuerdo con Leopoldo.
Pueden existir bodas ateas, matrimonios agnósticos, bautizos civiles…
Con ello se posibilita el boato y la ostentación de quienes lo desean ardientemente, sin que por ello se vean en la obligación de acudir a la tradición católica o religiosa.
Satisfacer al cliente, creo que se llama. Nadie está obligado a ello y los católicos pueden berrear lo que quieran por el "robo" de "sus" ceremonias y sacramentos.
Sólo intentan mantener una supuesta patente que no les pertenece.
¿Alguien ha contado cuántas de sus celebraciones son originariamente suyas?
Just