Que las mujeres tengan mucha más presencia en el callejero de la ciudad y eliminar de las vías zaragozanas ciertas denominaciones de oscuro recuerdo. Dos pájaros de un tiro. Es el objetivo del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Zaragoza (Zaragoza en Común).
El primer paso se dio al editar el libro La Zaragoza de las mujeres. La iniciativa se enmarcó en el II Plan de Igualdad de la ciudad de Zaragoza 2018 – 2021, y, entre otras cosas, hizo un repaso a la representación femenina en el callejero de la ciudad.
Las cifras son claras: de las 3.230 calles registradas oficialmente, 1.463 llevan nombre de personas concretas y, de estas, 1.234 tienen nombre de varón (84 %) y 229 de mujer (16 %), de las cuales 41 son santas. Del resto de los topónimos (1.667) solo 142 están en femenino (oficios, monasterios, advocaciones de la Virgen…). Y eso que en los últimos años se ha incrementado en un 35 % el número de calles con nombre de mujer.
En esta misma publicación, ya se proponen algunos nombres de mujeres ilustres que merecen tener una calle en la capital aragonesa. Pero, ¿cuáles se eliminan?
Estudio de la Universidad de Zaragoza
La segunda fase del proceso fue encargar un estudio a la Universidad de Zaragoza, en el que se mostraran qué calles podrían ser susceptibles de ser cambiadas. El trabajo ya está hecho y algunas de las vías propuestas son la calle Miguel Allué Salvador, alcalde durante la dictadura de Primo de Rivera y presidente de la Diputación Provincial de Zaragoza tras el golpe de Estado de 1936 y hasta 1940.
Otra de las calles propuestas es Gonzalo Calamita, rector de la Universidad de Zaragoza entre 1935 y 1941, durante su mandato, se apunta en el estudio, “tuvo lugar la depuración del profesorado, no solo del universitario”.
También la calle General Mayandía, que fue “miembro del Directorio Militar nombrado por Primo de Rivera tras el golpe de Estado de septiembre de 1923”. El nombre de la calle Diez de agosto, fecha del fallido golpe de Estado contra la República encabezado por el general Sanjurjo, ya fue cambiado por el de Desideria Giménez el pasado mes de abril.
Mapa de la memoria
El anuncio de esta feminización del callejero lo hizo el alcalde de la ciudad, Pedro Santisteve, en el último debate sobre el estado de la ciudad. Fuentes municipales apuntan que algunos de estos cambios se podrán realizar antes de que finalice la actual legislatura.
El propósito, dicen, es crear una especie de “mapa de la memoria”, que, además, sea un proyecto turístico. Que la gente, dicen, vaya paseando y sepa que a esa calle se le ha cambiado el nombre, por qué se ha hecho, quién es la mujer que ahora le da nombre, qué hizo, si tuvo lugar algún acontecimiento histórico en ella, etcétera.