Al mismo tiempo tachó de "infundados" y "caducos" los recelos del PP, que teme que esta modificación se utilice para legislar contra la religión católica.
Cuesta, uno de los representantes del sector más laico del PSOE, saludaba así que el Gobierno haya recuperado una iniciativa que los socialistas habían barajado incluir en su programa electoral para las elecciones generales, pero que finalmente se quedó fuera.
En declaraciones a Europa Press, el secretario de Política Municipal del PSOE explicó que se han "detectado ciertas disfunciones en la ley vigente", que data de 1980. "Después de más de 28 años de aplicación, es lógico que se introduzca una corrección para adaptar la ley desde el perspectiva de lo que es la laicidad positiva y siempre impulsando el principio de libertad religiosa", argumentó.
Además, aprovechó para replicar al portavoz del PP en la Comisión Constitucional del Congreso, Federico Trillo, quien ayer expresó su sospecha de que el Ejecutivo use esta reforma para legislar "contra determinadas creencias", en concreto contra la religión católica.
NEUTRALIDAD Y PROMOCIÓN DE LIBERTADES, NO DE PRIVILEGIOS.
En opinión de Cuesta, las palabras de Trillo "son el símbolo de una parte de la derecha española que sigue sin entender lo que es el principio de laicidad positiva", un concepto, recordó, acuñado por el Tribunal Constitucional.
Con el objetivo de que este principio quede claro y nadie lo tergiverse, Cuesta recalcó que la "laicidad positiva" busca impulsar "la neutralidad del Estado frente a las religiones y su papel activo en la promoción de la libertad religiosa y no de los privilegios".
Por ello, aseguró que los temores de Trillo "son manifiestamente infundados". "Rozan no sólo la infundia premeditada sino también un planteamiento ya caduco que es impropio de nuestro sistema constitucional", dijo. "Y es que nuestro Estado no es un Estado confesional", remachó el dirigente socialista.