Inmersos como estamos en las fiestas de nuestro pueblo, los miembros de Compromís per Alcàsser queremos dejar clara nuestra postura sobre la asistencia de las autoridades públicas a los actos religiosos de las fiestas de Alcàsser.
Antes de nada, queremos recalcar nuestro respeto a las fiestas y tradiciones del pueblo, no pretendemos cambiar ni impedir ninguna celebración religiosa, entendemos perfectamente que Alcàsser tiene unas costumbres muy arraigadas y estas no se pueden modificar de una manera traumática de la noche al día.
De la misma manera, nosotros queremos que se cumpla la legalidad expresada en la constitución española de 1978, que establece de manera explícita el carácter aconfesional del estado, por lo que entendemos que los representantes de las instituciones públicas, elegidos democráticamente, no deberían de actuar ni participar en actos religiosos, ostentando la representación de la institución de la cual forman parte sin vulnerar el principio constitucional mencionado. Nosotros pensamos que la separación de la Iglesia y los poderes civiles es un valor fundamental en los sistemas democráticos modernos, y ha de ser respetado por todas las instituciones en todos los ámbitos de actuación.
Por ello, en Compromís per Alcàsser creemos que toda autoridad civil que desee participar en los actos religiosos de nuestras fiestas, como pueden ser procesiones, misas mayores, etc. Lo ha de hacer de forma personal y a título individual, sin hacer uso nunca de ninguna representación institucional, para no contradecir el principio de aconfesionalidad del estado.
Siguiendo estos criterios, desde Compromís per Alcàsser pensamos que los representantes de nuestra asamblea local, y más concretamente nuestra concejal en el ayuntamiento, no ha de participar en ningún acto religioso, excepto que lo desee hacer de a título personal, pero nunca en representación del cargo que tiene en el ayuntamiento. Siguiendo así los principios de laicidad que defendemos a Compromís.
Desde Compromís per Alcàsser queremos reiterar nuestro respeto hacia las personas creyentes en cualquier religión, especialmente en la católica, creencia mayoritaria en nuestro pueblo y en nuestro estado, pero con el mismo respeto a sus actos y devociones que nosotros manifestamos es como queremos que se reciba nuestra laicidad y nuestra voluntad de no participar en sus actos.
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