Dos obispos -uno católico y uno anglicano- presentaron 600.000 firmas de ciudadanos a favor de la vida. Se reunieron con el ministro del Interior, católico y del partido Democracia Cristiana. Exigen la protección de la vida en todo su arco.
Las Iglesias cristianas pusieron presión al gobierno chileno y al parlamento, al entregar en el Palacio de la Moneda 600 mil firmas de ciudadanos que apoyan la vida y están en contra del aborto. El cardenal arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, y el obispo auxiliar de la Iglesia Anglicana en Chile, Alfred Cooper, se reunieron por una hora con el ministro del Interior, Mario Fernández, un reconocido católico y militante de la democracia cristiana (DC). “Quisiéramos pedir, con mucha humildad, que el poder legislativo escuche la voz de tantos ciudadanos y que de verdad promuevan la vida en todo su arco; no solamente en el momento de la concepción, de la espera de los nueve meses, sino que también en lo relativo a promover un trabajo adecuado, vivienda digna, salud de calidad, donación de órganos. En otras palabras, en la promoción integral de toda la vida”, dijo Ezzati al final de la reunión.
El obispo anglicano Alfred Cooper añadió: “el ministro fue realmente acogedor a nuestras causas y nos escuchó, prometiendo que el gobierno seguiría fielmente la causa de los derechos humanos y de la vida en todos sus sentidos”. El prelado dijo no saber por qué el gobierno no escucha más.
“No sabemos por qué se está apurando tanto el trámite. Este es un tema de debate nacional que tiene que ver con la vida o con la muerte, no es sencillo”, afirmó.
El proyecto de ley de despenalización del aborto en tres causales ya fue aprobado por la Cámara de Diputados en marzo de este año y la comisión de salud del Senado acordó votar el miércoles para luego someterlo a la Sala. La presidenta de la instancia, la médica Carolina Goic (DC), explicó que ya es momento de votar el proyecto para completar el trámite dentro del año legislativo.
Apuntó a que el tiempo de audiencias para escuchar diversas posturas ya fue suficiente, mientras el senador Francisco Chahuán, del derechista partido Renovación Nacional, pidió que se postergara para después de las elecciones municipales de octubre. La iniciativa legal propone la despenalización del aborto en casos de violación, inviabilidad fetal y peligro de la vida de la madre. Un sector de la DC se opone a que los casos de violación se incluyan en la iniciativa. A partir de los años 30, el código sanitario permitía el aborto terapéutico, pero ello fue abolido por la dictadura en 1989, tan sólo meses antes de que entregara el poder. Recuperada la democracia, la coalición de centro izquierda de la Concertación intentó reponer el aborto terapéutico, pero la iniciativa era rechazada en su interior por la DC, fuerza que hoy al igual que sectores de derecha más liberales, se han abierto a la aprobación de la iniciativa.
