El colectivo “Feministes de Catalunya” inicia una campaña exigiendo a la Iglesia Católica y al Estado que pida perdón y repare en la medida de lo posible el terrible daño causado a los niños y niñas internados en centros públicos hasta los años 80.
“Els internats de la por”
Hace unos días TV-3 emitió un documental en su programación de “Sense Ficció”, llamado “Els internats de la por”, programa que puede verse por internet, también en castellano: “Los internados del miedo”.
Es un magnífico trabajo de los periodistas Montserrat Armengou y Ricard Bellis. Nos mostró el terrible padecimiento de miles de niñas y niños pobres o hijos de personas republicanas, ingresados en centros públicos. Allí donde debían protegerlos, alimentarlos, educarlos y cuidarlos sufrieron todo tipo de penalidades: maltratos físicos y psíquicos, abusos sexuales, explotación laboral y prácticas médicas dudosas. Es decir, nos mostraron una infancia víctima del franquismo, a través de centros religiosos, con sobrecogedores testimonios.
El infierno de los internados duró hasta bien entrada la democracia, en los años 80. En lugar de ocuparse de estos niños y niñas, en el país se difundían fotos de mujeres desnudas en las revistas y el cine, el famoso “destape”, como muestra de un pretendido progresismo y “apertura”.
Vimos en ese espléndido documental como los hoy adultos siguen arrastrando patologías, porque no han podido borrar las huellas de tales atrocidades. Un infierno para muchos de ellos, que hasta pensaron en suicidarse.
El mencionado documental merece ser difundido por todos medios de comunicación, pues se trata de un trabajo magistral, que no debe pasar desapercibido.
Los religiosos y religiosas que cometieron tales atrocidades no sólo no han pagado penalmente por ello. Tampoco nadie les ha pedido explicaciones, y ni siquiera han pedido perdón a las víctimas por su intolerable comportamiento. No se han reparado tales injusticias.
Las y los que sufrieron esas “cárceles”, ese infierno, merecen que levantemos nuestra voz y exijamos que la Iglesia pida perdón públicamente y que se les resarza de todas las maneras posibles.
No debe haber amnistía ni punto final para quienes destrozaron la vida de tantos miles de menores, niñas y niños que merecían respeto, protección, alimentación, salud, educación y cariño.
Estas instituciones y las criaturas estaban bajo la tutela del Estado, que es también responsable de aquellos malos tratos. Exigimos también que pida perdón y que repare por medios asistenciales los efectos que padecen todavía hoy.
Mostramos nuestro respeto y admiración al equipo de TV-3, por la valentía de alzar su voz contra el silencio tan persistente y oscuro. Gracias por conmover incluso a quienes pretenden sobrevivir en el olvido.
Pulse sobre la imagen para acceder al documental. Podrá verlo en versión original y en castellano.
