Mariano Fernández Bermejo, en una entrevista concedida a la revista Tiempo, respondió a las duras críticas vertidas sobre el Ejecutivo por Antonio María Rouco Varela, presidente de la Conferencia Espiscopal, y Antonio Cañizares, cardenal arzobispo de Toledo. Los obispos han venido denunciado lo que consideran “falta de libertad religiosa”, quejándose asimismo de que la Iglesia está sufriendo “grandes ataques”.
Privilegios eclesiásticos
En las antípodas de los obipos se sitúan intelectuales como el teólogo progresista Juan José Tamayo, quien de hecho se quejó a principios de esta semana por la influencia en el Gobierno de un ente eclesiástico que cada vez goza de más beneficios tributarios –estos, según apuntó Tamayo, habían subido de 0.52% a 0.7%-, e influye en el Ejecutivo al punto que, para el teológo, le ha tomado como su rehén.
Sobre la falta de libertad religiosa
Fernández Bermejo, entretanto, se mostró más prudente que Tamayo, pero igualmente crítico con los cardenales. Cuando al ministro se le preguntó por las denuncias de que en España “falta de libertad religiosa” que vienen entonando Rouco y Cañizares, el socialista se mostró contundente. “Esa afirmación me suena a la venda antes de la herida”, sentenció. Bermejo se refería al recelo mostrado por los eclesiásticos ante la reforma.
Reforma polémica
Y es que, desde que se anunciara la reforma próxima de la Ley Orgánica de Libertad Religiosa, los cardenales se mostraron recelosos. "Tratan de erradicar nuestras raíces cristianas más propias", dijeron tras conocer la noticia.
Pero Bermejo no se frena ante los obispos. “Extraña más que lo diga un prelado de la Iglesia católica, que tiene un tratamiento adecuado a la realidad de un país con una inmensa mayoría de católicas". Ya advertía Tamayo a principios de semana que en España la Iglesia goza de derechos que más bien son “privilegios” en virtud de los Acuerdos con la Santa Sede de 1979 y del mismo texto constitucional, que hace una referencia explícita a ella en el artículo 16.3
El Gobierno no está en guerra
El ministro, seguidamente, negó que el Gobierno desee una “guerra con nadie”; por el contrario, dijo a Tiempo, se busca “un diálogo fluido con todos”. Pese a esto, señaló no tener “ningún temor a llevar adelante su política si se entiende que es el momento de reformar una ley como esta para ensanchar los ámbitos de libertad a las confesiones minoritarias”.
Equiparación con las confesiones minoritarias
Para tranquilidad de la jerarquía católica, sin embargo, el titular de Defensa subrayó que “los temas de financiación están resueltos”. Bermejo, no obstante, no negó que se plantearía estudiar “fórmulas de equiparación con las confesiones minoritarias que reclaman un modelo de financiación parecido”.
El hecho de que en España el Catolicismo sea la religión apabullantemente mayoritaria no puede amparar “diferencias de Derecho”, en palabras del ministro, con respecto a otros credos. Esto parece vital para garantizar, además de la libertad religiosa, un principio básico de la Constitución: la igualdad de todos los ciudadanos.