El director de cine Emilio Ruiz Barrachina ha presentado hoy su película "El Discípulo", en la que aborda la vida de Jesucristo y da una imagen de él muy diferente a la difundida por la Iglesia al considerarlo como una persona con todos los defectos humanos y "en constante estado de ira".
Así lo ha explicado Barrachina durante la rueda de prensa posterior al estreno de la película, anoche en la XVI Muestra de Cine Latinoamericano de Lleida, que ha contado con el elenco de actores, entre los que se encuentra Marisa Berenson, Joel West, y los españoles Juanjo Puigcorbé y Ruth Gabriel.
"Las primeras reacciones tras la proyección del filme son las dos que me esperaba y que son opuestas entre sí, ya que mientras hubo gente que me dijo que era la mejor película que habían visto en mucho tiempo alguien llegó a calificarme de ´anticristo´", ha explicado el director.
Barrachina ha recordado que cuando difundieron el tráiler en Youtube pidieron su "muerte". "El Discípulo" presenta a un Jesucristo muy controvertido, mostrándolo desde un ángulo totalmente humano y apartado de toda religiosidad, que -entiende el director- impactará y no gustará a muchos.
En la película se explica como Jesús presencia de pequeño la muerte de su padre, José, en un enfrentamiento con las tropas romanas. Años más tarde, se convierte en el discípulo predilecto de Juan Bautista, líder de un grupo de Macabeos que anuncia la llegada inminente del Reino de los Cielos y la expulsión de los invasores romanos.
Cuando Juan Bautista es decapitado, Jesús adopta el papel de líder y organiza el asalto al templo de Jerusalén. "Choca ver a Jesucristo en un estado constante de ira, violento, que vio cómo mataban a su padre de pequeño y actúa en consecuencia con su resentimiento contra los romanos. Está muy alejado de la imagen bondadosa que conocemos", explica Barrachina.
Para dar ese enfoque humano e histórico a la vida Jesús, el director se ha basado en los últimos estudios internacionales sobre su figura, en una investigación propia realizada a lo largo de quince años y en libros canónicos antiguos que ha traducido en colaboración con la Universidad Complutense de Madrid con el fin de reconstruir su historia sin interpretaciones.
Pese a ello, el director admite que también se ha tomado ciertas licencias, como presentar a un Jesús cojo, al que hirieron de niño cuando mataron a su padre. "Son matices que he añadido intentando ser lo más realista posible ¿Por qué en el Monte de los Olivos los romanos sólo pillaron a Jesús? Pues quizá porque era cojo", señala Barrachina.