Monseñor Héctor Aguer lanzó duras declaraciones contra el Presidente por su decisión de dar luz verde a hablar del tema en el Congreso.
En ese marco, Aguer sostuvo que el de Cambiemos «es un gobierno sin principios de orden moral y natural». En tanto, ante una consulta, sostuvo que la instalación del tema «podría ser una cortina de humo», aunque señaló no contar «con datos para afirmarlo», pero agregó: “En esta gimnasia democrática poco seria, todo es posible”.
El debate por el aborto desembarcó con fuerza esta semana en el Parlamento, después de muchos años de resistencia, luego de que el jefe de Gabinete, Marcos Peña, les indicara a los jefes parlamentarios de Cambiemos que el Gobierno «no va a obstaculizar» la discusión del tema.
Los dichos de Aguer representan una de las posturas más conservadoras dentro del Episcopado, pero alejada del pensamiento de su actual conducción que encabeza el obispo de San Isidro, Oscar Ojea, cercano al papa Francisco.
El viernes, la comisión ejecutiva del Episcopado se pronunció públicamente de manera más moderada con un comunicado en el que, si bien reiteró la postura histórica de la Iglesia en favor de la vida, reclamó una discusión «integral» del tema así como un «diálogo sincero y profundo, sin descalificaciones, violencia o agresión”, de cara al debate en el Congreso.
Por su parte, Aguer hoy indicó que le «llama la atención que algunos periodistas digan que la Iglesia es la única que se opone, cuando hay evidencias científicas que dicen que desde el momento de la concepción hay vida humana”.
«Lo que me llama la atención de este proyecto es que se despenalizaría el aborto a partir de las 14 semanas. Yo me pregunto, ¿por qué no después? ¿Antes qué es eso, un bicho? ¿Se convierte en humano repentinamente a las 14 semanas?», se preguntó hoy Aguer.
Por último, afirmó que no cree que la habilitación del tema en el Congreso “sea una medida en contra del papa Francisco”, ya que «en otras ocasiones ha habido presiones del mismo tipo», y pidió «no meter al Papa en cuestiones que no desea meterse».