Arabia Saudí decidió este jueves suspender temporalmente la entrada a los peregrinos que visitan la mezquita del profeta Mahoma y los lugares sagrados del Islam en La Meca y Medina, así como a turistas de países afectados por el coronavirus.
El Ministerio de Exteriores saudí publicó este jueves un comunicado con una lista de medidas para «prevenir y eliminar» la expansión del coronavirus entre las que se incluye la «suspensión temporal de entrada al reino con propósito de la umra» o peregrinación menor que cada año realizan millones de musulmanes de todo el mundo.
Exteriores también apuntó que se impide la entrada al reino con visados turísticos a personas procedentes de los países afectados por el nuevo coronavirus.
A finales del año pasado, el país árabe introdujo nuevos visados en el marco del despertar turístico del reino ultraconservador, que facilita la entrada a su territorio después de décadas de aislamiento.
Arabia Saudí acoge los lugares más sagrados del Islam como la ciudad sagrada Meca, adonde los 1.800 millones de musulmanes de todo el mundo dirigen los cinco rezos diarios.
Esta suspensión además, se produce tan solo a falta de unos meses para el hach, la gran peregrinación anual, uno de los cinco pilares del Islam.
El Ministerio de Exteriores aseguró en el comunicado que estas medidas se tomaron en el marco de la respuesta internacional para limitar el impacto del virus y pidió a sus ciudadanos que no viajen a los países afectados.
Hasta el momento, Arabia Saudí no ha informado de casos de coronavirus en su territorio, aunque algunos de sus ciudadanos residentes en otros países han dado positivo desde el brote de COVID-19 en Oriente Medio, que ya ha afectado a la mayoría de países de la zona.
Esta semana, el COVID-19 se ha expandido por la región y ha provocado una oleada de suspensiones de rutas aéreas y marítimas, especialmente entre los países árabes e Irán, pero también ha comenzado a afectar a los viajes con Italia, Corea del Sur, Tailandia y otros países donde la enfermedad está impactando.
El origen del virus se localizó en la localidad china de Wuhan y desde entonces se han contabilizado 78.497 infectados y 2.744 fallecidos, según la Comisión Nacional de Salud del país asiático.