La asociación Andalucía Laica, formada por padres y profesores de la escuela pública, ha empezado a elaborar un censo de los crucifijos que quedan en los colegios públicos de la comunidad. La entidad ha pedido una cita a la consejera para entregarle el recuento y pedirle que retire todos los símbolos religiosos. Para hacerlo, se servirán de la ayuda de Codapa, que aglutina a 2.700 Ampas.
“La Constitución dice que la educación debe ser aconfesional, y el nuevo Estatuto andaluz lo deja aún más claro, si cabe, porque habla expresamente de educación laica”, explica Manuel Navarro, secretario de la organización cultural Andalucía Laica, homóloga de la que ha llevado la denuncia en Valladolid contra la Consejería de Educación de Castilla y León por obligar a mantener los crucifijos en un colegio público pese a la oposición de los padres. Uno de los caballos de batalla de esta entidad es la retirada progresiva de todos los símbolos religiosos de las escuelas públicas. Hace años que apoyan legalmente a las asociaciones de padres y a las familias que se quejan de que en los colegios de sus hijos aún cuelga un crucifijo de la pared. Navarro cree que “ahora es más fácil luchar por el laicismo en la escuela que hace dos años”, porque el Estatuto andaluz se ha puesto por delante de la Constitución en ese asunto.
El fallo de un juez de Valladolid que ha obligado al Gobierno regional a retirar las cruces de un colegio ha reabierto el debate, amplificado por las protestas encontradas de políticos, obispos, padres y profesores. Al escuchar la predisposición de la Consejería de Educación andaluza a retirar los crucifijos en cuanto reciban una sola petición, Andalucía Laica ha aprovechado la coyuntura para elaborar un censo con todos los símbolos religiosos que aún quedan en las aulas andaluzas.
“Hasta ahora nuestro Observatorio de la Laicidad recogía las denuncias que nos llegaban de los padres. Ahora haremos un sondeo más amplio para entregárselo a la consejera”, explica Navarro. La asociación ha pedido a Teresa Jiménez que les reciba a principios del año que viene. Su intención es entregarle el censo firmado por los padres de cada colegio que mantenga las cruces dentro de las aulas y pedirle a Jiménez que ordene la retirada inmediata, como dijo que haría.
El registro. El censo de Andalucía Laica, que por ahora cuenta con media docena de colegios en la lista, se nutrirá de las reclamaciones de padres que vayan recibiendo. La intención de la entidad es pedir colaboración a Codapa, que aglutina a más de 1.000 asociaciones de padres de alumnos de toda Andalucía, para agilizar el recuento de símbolos religiosos. La presidenta de Codapa, Pilar Triguero, explicó a este periódico que la decisión de colaborar con Andalucía Laica “compete a la junta directiva” y ésta no se reunirá hasta mediados de diciembre. No obstante, Triguero recordó que Codapa ha aplaudido la sentencia del juez que ordena retirar los crucifijos y se muestra partidaria de que la identidad religiosa de padres y alumnos permanezca fuera de las aulas.
La polémica de los crucifijos en el aula ha quedado estancada, de momento. La Junta ha delegado en los consejos escolares de cada colegio la decisión sobre si deben permanecer colgados dentro del aula. Educación está de acuerdo en retirarlos “si solo un padre considera que el símbolo vulnera la libertad religiosa de su hijo”, pero ha desechado tomar hacerlo de oficio. La sentencia del juez de Valladolid, sin embargo, vuelve a recordar que el Tribunal Supremo de Madrid, en 2002, sentenció que los consejos escolares no tienen potestad suficiente para tomar esa decisión, y que la responsabilidad es de la administración educativa. El Ministerio de Educación y la Junta se han inhibido en este tema, que genera enfrentamientos políticos e ideológicos, al margen del debate educativo.
