«En un Estado aconfesional, en el que existe la libertad religiosa, convertimos en obligatoria esta materia en detrimento de valores éticos y ciudadanos”
El triunfo de las pretensiones de los obispos, que han visto cómo la reforma educativa que auspicia José Ignacio Wert recupera una asignatura alternativa a la Religión -una materia fuerte que, previsiblemente, atraerá a más alumnado hacia la formación religiosa-, y que elimina la contestada Educación para la Ciudadanía supone, según la consejera de Educación asturiana, Ana González, una regresión, ya que la materia confesional recuperará su carácter curricular.
«En un Estado aconfesional, en el que existe la libertad religiosa, convertimos en obligatoria esta materia en detrimento de valores éticos y ciudadanos, que son los que el sistema educativo debería garantizar para todo el mundo, porque nuestra obligación es educar en ciudadanía», cargó ayer González, que ha llegado a defender la supresión de la materia.
En líneas generales, González cree que el borrador del anteproyecto de Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa elaborado por el Gobierno de Mariano Rajoy persigue privatizar el sistema educativo.
«El Partido Popular ya ha iniciado la privatización de la sanidad y ahora se propone privatizar la educación, no sólo por la mercantilización, que queda reflejada en el texto, sino porque van a ser los propios centros los que seleccionen al alumnado», abundó la titular de Educación.
González apuntó, además, que el borrador incluye la nota del alumnado como uno de los indicadores que pueden tener en cuenta los centros educativos para elegir a los estudiantes y que eso creará colegios de primera y de segunda.
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