Con una guerra que cumple ya tres años, las milicias yihadistas se nutren de ciudadanos sirios deseosos de vengarse del gobierno de Bachar al Asad, de islamistas extranjeros (muchos de ellos de países europeos como Reino Unido o Francia), de mujeres
Con una guerra que cumple ya tres años, las milicias yihadistas se nutren de ciudadanos sirios deseosos de vengarse del gobierno de Bachar al Asad, de islamistas extranjeros (muchos de ellos de países europeos como Reino Unido o Francia), de mujeres e incluso de ‘niños soldados’.
Bandas armadas vinculadas a Al Qaeda y a grupos armados yihadistas han ocupado progresivamente diversos enclaves del norte de Siria aprovechando el contexto de guerra civil que cumple ya tres años en el país. La falta de financiación y, en muchos casos, de formación militar del Ejército Libre de Siria, ha propiciado que estas fuerzas radicales ganen terreno financiadas por Arabia Saudí o Egipto.
Estas milicias se nutren de ciudadanos sirios deseosos de vengarse del gobierno de Bachar al Asad, de islamistas extranjeros (muchos de ellos de países europeos como Reino Unido o Francia), de mujere e incluso de 'niños soldados'.
Este documental publicado en la revista Vice y titulado 'Siria: el nuevo hogar de Al Qaeda' ha conseguido infiltrarse en dos de las facciones de Al Qaeda que combaten al ejército Sirio, a los aliados de al Asad, y por ende, a los enemigos del Islam. En él se obtienen testimonios excepcionales de milicianos islamistas. Uno de ellos llega incluso a amenazar a Londres: "Gran Bretaña terminará siendo un país islámico".
Varias familias sirias cargan sus pertenencias durante el retorno a sus casas a al-Muadamiye, en el área rural de Damasco (Siria).
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