Unos padres han sido acusados de negligencia y asesinato en primer grado después de haber encontrado a su hijo muriéndose y, en vez de llamar a la policía, se pusieron a rezar.
Cuando Emil y Rodico Radita volvieron de una misa en una iglesia de Calgary (Canada) vieron que su hijo Alexandru había dejado de respirar debido a una infección bacteriana. A pesar de eso, ambos se pusieron a rezar y no fue hasta más tarde que llamaron a una ambulancia.
Según ellos, no llamaron al hospital porque su hijo de 15 años le dijo que ya había tenido “malas experiencias” allí.
Como se descubriría en los estudios forenses, el joven únicamente pesaba 17 kilos, se le habían caído los dientes y tenía doloroass úlceras provocadas por la diabetes que padecía el joven y de la que apenas se le trataba. De hecho, la madre llegó a reconocer que no creía que su hijo tuviera dicha enfermedad, según recoge el diario ‘Independent’.