Dichas exigencias fueron expuestas en la carta abierta dirigida a nombre del presidente de Rusia por diez académicos del país. Los autores, incluidos Vitali Guínzburg y Zhorés Alfiórov, Premios Nobel, señalan que la "clericalización" de la sociedad entraña peligro para la visión del mundo científica, la que, según ellos, es la única correcta.
"El artículo 28 de la Constitución (de la libertad de la conciencia) proclama la libertad de escoger, cambiar y difundir los convencimientos religiosos. Ello significa que el maestro de la escuela laica tiene el derecho a difundir sus convencimientos religiosos durante la clase. Por ello los intentos de prohibírselo son anticonstitucionales", dijo Nikándrov en rueda de prensa en Moscú.
Los representantes de la Iglesia Ortodoxa Rusa: el profesor de la Academia Religiosa de Moscú, Andrei Kuráev, y el vicepresidente del Departamento de Vínculos Eclesiásticos Exteriores del Patriarcado de Moscú, el arcipreste Vsévolod Chaplin, han manifestado que los intentos de proclamar una ideología o una visión del mundo, incluida la científica y materialista, como una nacional que no puede tener alternativa, contradicen la Constitución de Rusia.
Chaplin ha hecho recordar que el siglo XX refutó la estructuras ideológicas de la época de la Ilustración. "El nazismo cayo, el comunismo cayó, y el capitalismo también caerá en los próximos decenios, creánme", dijo. En la sociedad se promueve a primer plano el debate sobre las bases filosóficas de la vida política y el Derecho, lo cual no puede menos que influir sobre la búsqueda por Rusia de su camino histórico, subrayó