Hay muchas personas que creen que la moral le viene dada al ser humano por entes sobrenaturales, a los que comúnmente se les llama dioses. Pero esto en realidad es una creencia, no una evidencia, pues no hay ninguna prueba, ni ningún hecho que dé fe de ello, que lo ratifique y lo demuestre.
Si somos un poco más reflexivos y también un poco más honestos con nosotros mismos, veremos que la moral o la ética son en realidad una necesidad para la convivencia entre los seres vivos, no solo en los seres humanos. Si no respetamos a nadie ni a nada, si hacemos lo que caprichosamente queremos, esto provocará un conflicto continuo con unas consecuencias bastante trágicas. El resultado final no será nada bueno y puede suponer incluso la propia pérdida de la vida. De ahí que por un acto de supervivencia la moral sea necesaria.
Es cierto que, por ejemplo, los seres humanos no destacan en sus vidas cotidianas por ser un buen modelo ético, no, no son un ejemplo ético normalmente, pero siempre habrá unas normas, unos límites que de un modo u otro se respetarán, si no por propia voluntad sí por la presión de otras personas.
En un mundo de personas fundamentalmente buenas un canalla haría carrera, pero pronto sus semejantes aprenderían de sus engaños y embustes, de sus enrevesadas intenciones, y le pagarían con su misma moneda, quedando finalmente señalado y marginado. Por este motivo una estrategia honesta y finalmente viable y ganadora suele ser el estar dispuesto a la cooperación, siempre que tu oponente o tu compañero esté por esta labor. Si no lo está habrá que actuar sancionándole y poniéndolo en la lista de no confianza mientras no cambie su actitud. El problema de esta estrategia, que se suele conocer como Tit-for-Tat, algo así como un toma y daca, es que tendemos a caer en un círculo vicioso de represalias y resentimiento en estos conflictos, volviéndose tal estrategia destructiva. La solución adecuada ante este camino a ninguna parte positiva sería el buscar soluciones al conflicto, nuevas alternativas que den algo positivo a ambas partes. Esto sería lo apropiado, aunque, como vemos en nuestras sociedades a cualquier nivel, es poco usual hacerlo. Así, se suele imponer la ley del más fuerte y los conflictos se agudizan y eternizan.
¿De dónde viene la moral? La moral viene de una necesidad natural, de millones de años de desarrollo de la vida. Ningún ser vivo está sobrado de moral, y no más que ninguno el propio ser humano.
Nota:
Recomiendo la obra de Konrad Lorenz y también, por supuesto, la de Charles Darwin. Además, aconsejo al lector el libro de Chris Buskes La herencia de Darwin.
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