* Un comunicado que ‘es el momento de implicarnos en política’ * Considera que los políticos han perdido ‘representatividad’
Protestar en la huelga general del día 29, sí, pero por libre, en una protesta "inteligente, participativa e imaginativa". Para ello, el Consejo de Laicos del Arzobispado de Madrid invita a los católicos a sumarse a la huelga general pero "con algún distintivo de color blanco".
"Convocamos a todos, trabajadores o no, a la acción, a la justa protesta ante la crisis por parte de las personas de buena voluntad que no se sienten representados ni por unos ni por otros", dice el comunicado del Consejo de Laicos de Madrid, firmado por su presidenta Lourdes Fernández de Bulnes. Fuentes del consejo han aclardo, sin embargo, que la nota se ha hecho pública sin el conocimiento del arzobispo y presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco Varela.
Además, según una nota aclaratoria que ha emitido posteriormente, el Consejo de Laicos puntualiza que su comunicado "no representa la posición oficial, ni de la Conferencia Episcopal, ni del Arzobispado de Madrid, ni del Sr. Cardenal Arzobispo, sino la de los laicos agrupados".
Muchos católicos "se preguntan qué hacer, les gustaría participar pero no saben cómo hacerlo, para no sentirse manipulados", explica el organismo del arzobispado madrileño. Para iluminar a sus fieles, ofrece una salida concreta y bien visible. "Sugerimos llevar el día 29 algún elemento distintivo de color blanco, una prenda, un pañuelo, una cinta".
Con un objetivo muy concreto. "Para que libres de presiones externas, podamos expresar visualmente a todos los demás nuestra protesta pacífica en cualquier lugar en que nos encontremos y sintamos la cercanía de todos los que, como nosotros, lleven un distintivo blanco".
A continuación, el Consejo de Laicos del arzobispado madrileño se extiende sobre las razones que justifican la huelga del pañuelo blanco. Primero, porque "nadie mínimamente informado puede dejar de sentirse preocupado por esta situación".
En segundo lugar, porque no es tiempo de "amilanarnos" ni de "quejarnos, sino de participar más activamente en la vertebración social". Eso quiere decir más en concreto, según el Consejo de Laicos, que "es el momento de implicarnos en política: momento de la preocupación y de la responsabilidad por los demás. Nuestro compromiso asociativo, sindical y político es más urgente que nunca".
A través de ese compromiso de los cristianos, se pretende conseguir una "regeneración democrática", para que "la exigencia de rendir cuentas al pueblo por una representatividad que hemos dado y han perdido, sea permanente y no sólo cada cuatro años, sin compromiso alguno".
Una regeneración democrática para que "los gobernantes coloquen en el centro de sus actividades y reivindicaciones a las personas, especialmente a los más empobrecidos, los hagan protagonistas de sus acciones y rompan el pragmatismo imperante".
Porque, para el Consejo de Laico de Madrid, "no saldremos de la crisis económica con justicia y humanidad si no rectificamos el rumbo y nos empeñamos en volver al mismo camino que seguíamos antes de la crisis".