Es ese mundo mixto de normalidad y radical singularidad el que se ha abierto un hueco con la violación laica del Sabbat; la barbarie religiosa, en cualquiera de sus confesiones, ha empezado a dejar de dominar la civilización. Pervivirá, sin duda, la libre humillación de cada fiel ante su ídolo, y prevalecerá la idolatría en la iconografía externa de la ciudad. Pero, en lo que respecta al menos a los judíos, la imagen oscurantista del rabino y de sus secuaces de miradas perdidas, de ojos defenestrados de sus cauces, que agitan mecánicamente sus miembros al moverse como si les hubieran dado cuerda, ha iniciado a recular. El paso del tiempo es real y el miserable fantasma de la historia, que cubría e inmovilizaba el cuerpo todo de la ciudad, como Urano el de Gea, aprisionando su futuro en su pasado, se ha empezado a disolver en cada bocado que Vd. ingiera en el complejo inaugurado ayer, sábado 25, día ya normal, en el barrio de Emek Refaim de Jerusalén. ¡Que aproveche!…
La caída de Siria · por Mikel Itulain
Quien sabe un poco sobre la posición de Siria hasta el presente de no someterse a imposiciones externas…