El macabro suceso ha ocurrido en una zona rural de la India.
La Policía india anunció hoy el arresto de un sacerdote tántrico que supuestamente decapitó a un niño de diez años para obtener poderes divinos en una zona rural del centro de la India.
El suceso ocurrió en el distrito de Raigarh, de la región de Chatisgarh, una de las más pobres del país, según dijo la superintendente de la Policía distrital, Neha Pandey, a la agencia india IANS.
Según Pandey, la víctima, un niño llamado Praveen, desapareció el pasado 5 de febrero en el pueblo de Punjipathra, y las autoridades hallaron su cadáver quince días después.
De acuerdo con la versión policial, el detenido, Dilip Rathia, ha confesado que mató al chico porque una deidad se le apareció en sueños y le pidió que lo decapitara para recibir «poderes divinos».
La Policía ha hallado la espada usada para cometer el crimen, y, según Pandey, tanto la víctima como su supuesto verdugo son del mismo pueblo, Barpali.
En las áreas tribales de la India aún se producen sacrificios humanos y también linchamientos de mujeres acusadas de practicar magia negra o brujería, pese a que varios gobiernos regionales han emprendido campañas para erradicarlos.
Algunas corrientes de la tradición hindú, como el tantrismo, han tenido en el pasado un largo historial -hoy casi erradicado- de rituales con sacrificios humanos, aunque siguen existiendo casos, denunciados de cuando en cuando, de asesinatos infantiles
El último caso difundido en Chatisgarh data del pasado 3 de enero, cuando la Policía anunció la detención de dos personas por degollar y extraer el hígado a una niña de siete años para ofrecerlo a los dioses y obtener así mejores cosechas.