La Asociación Laica de Rivas como en años anteriores, ha realizado su tradicional Semana Laicista, que en esta ocasión trató el tema «El Laicismo y la defensa de lo público»
El laicismo implica la separación jurídica entre los poderes públicos y las diferentes iglesias y grupos de presión (ya sean éstos ideológicos, religiosos o económicos). Ello supone que los servicios públicos (escuela, sanidad, asistencia social, vivienda) deben ser protegidos de la influencia de dichos grupos de presión, es decir, que debemos garantizar un espacio público que sea vector de emancipación.
Es precisamente, el ámbito que ocupan estos servicios públicos el que da consistencia al Estado, y contribuye a crear vínculos sociales, de acuerdo a criterios de interés general, a través de la prestación de dichos servicios. A través de esta vía se realiza un efecto redistribuidor (principio de solidaridad) que tiene como objetivo conseguir una mayor igualdad para todos los miembros de la sociedad, independientemente de su capacidad económica, etnia u origen social.
Así pues, no es concebible la existencia del laicismo sin un amplio espacio público donde confluya lo que pueda ser de interés general para la articulación de la res publica.
Todas estas reflexiones, vinculadas a las experiencias de colectivos vinculados a la defensa de la educación y sanidad pública, amenazadas hoy más que nunca por intentos de privatización y recortes, han analizadas en el transcurso de dichas jornadas.
Durante la semana, se ha presentado el libro ‘Aprender sin dogmas’ por uno de sus autores, Fermín Rodríguez. Y en las varias conferencias, se han ido desgranando temas como: ‘La escuela pública y laica’ por Susana Pereda y Ramón Carrillo; ‘La sanidad pública y la intención de privatización por la Comunidad de Madrid’ desarrollado por los doctores Luis Montes y Marciano Sánchez Bayle; y la conferencia magistral ‘El laicismo y lo público’ por Henri Peña-Ruiz, filósofo y pensador del laicismo. Este último, nos ilustró con algunas ideas clarificadoras como: “Desde Margaret Tacher, que aplastó la última huelga de los mineros en Inglaterra, comenzó el declive del -estado de bienestar- (o estado de los derechos ciudadanos, que desde entonces van en retroceso)”; “Hoy se presenta como alternativa única, el capitalismo del S.XIX como modelo para el S.XXI, un capitalismo desregularizado, salvaje y sin contrapesos sociales”; “La minimización de los derechos sociales, viene acompañada de la clericalización de la sociedad, los derechos sociales, la solidaridad…, se sustituyen por –la beneficencia social, por la caridad, etc.-“. En cuanto al laicismo como eje vertebrador de la sociedad H.P., dijo: “Si un creyente no confunde su religiosidad con una apropiación de privilegios, es perfectamente compatible con un estado laico”; “El ateismo es una opción privada tanto como lo es una opción religiosa. Solo el laicismo es una aptitud abierta donde caben todos. El laicismo es el colectivo de los colectivos. El único estado que es justo para todos es el estado laico”; “Ineludiblemente el laicismo implica la defensa de lo público, que es lo único que puede garantizar la igualdad de oportunidades y la libertad de conciencia”; “El ultraliberalismo y los nuevos clericalismos configuran la sociedad actual y la Europa actual…, y el futuro será aún peor si lo consentimos”.
En un encuentro de amigos y convencidos de la necesidad de defender el laicismo, se entregaron los premios ‘Nueva Ciudadanía’. En esta ocasión se reconoció públicamente ‘el soplo de esperanza que nos ha aportado el Movimiento de los Indignados y el trabajo de la Asamblea Popular de Rivas del 15M. También hubo un reconocimiento público a la lucha de los enseñantes en la defensa de la Educación Pública y en concreto la iniciativa de Nuria López Varela, profesora del IES Julio Pérez de Rivas, animando a sus compañeros, también de otros Centros, a negarse a poner a disposición los Centros Públicos, durante la visita de Benedicto XVI a Madrid.
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