Las organizaciones convocantes, los sindicatos de policía e Izquierda Unida denuncian la “falta de previsión” del dispositivo de seguridad.- Esperanza Aguirre añade que la manifestación nunca debió autorizarse
"Improvisación". "Falta de coordinación e inoperancia". "Irresponsabilidad". Todos esos calificativos ha recibido la actuación de la Delegación del Gobierno de Madrid por el dispositivo policial organizado para la manifestación laica que recorrió ayer las calles de la capital, y que acabó con ocho detenidos y once heridos. Los convocantes de la marcha, los sindicatos de policía, Izquierda Unida, el Partido Popular y otras asociaciones ciudadanas han criticado e incluso han pedido la destitución de la delegada, Maria Dolores Carrión, por el proceder policial.
"La Policía parece que tenía la orden de complicarnos la vida, rompiendo el acuerdo con la Delegación del Gobierno de que podíamos atravesar Sol, y en lugar de eso nos llevaron a un extremo de la plaza y para avanzar nos hicieron pasar por un pasillo de cuatro metros de ancho, por donde no cabían miles de personas", ha asegurado Luis Vega, presidente de la Asociación Madrileña de Ateos y Librepensadores (AMAL), una de las organizaciones convocantes. A continuación ha acusado a la responsable del Ejecutivo central en Madrid de "falta de previsión", ya que esta institución debería haber previsto la posibilidad de una mayor asistencia y de que en la Puerta del Sol hubiese numerosos miembros de la Jornada Mundial de la Juventud.
Izquierda Unida ha ido más allá, y su coordinadora del área de Juventud, Esther López, ha exigido el cese de la delegada del Gobierno en Madrid, Maria Dolores Carrión, por el "deplorable y nefasto" dispositivo policial organizado para la marcha "de protesta por los privilegios económicos de la visita pastoral privada de Joseph Ratzinger". La responsable de IU ha denunciado "la injustificada y desproporcionada carga policial posterior en la Puerta del Sol, producida sin ningún tipo de diálogo previo con quienes allí se encontraban".
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, cree que la marcha nunca debió autorizarse. Según ha dicho en una entrevista en la Cadena Cope, "la delegada ha hecho muy mal en autorizar esa manifestación coincidiendo con la estancia en Madrid de estos peregrinos". Aguirre ha aprovechado para criticar de paso a los convocantes. "Pero, aparte de eso, estos señores que se manifestaban deberían saber que los valores que el Cristianismo ha traído a Occidente y al mundo -la igualdad entre seres humanos, la dignidad de las personas, la libertad, la piedad, el sacrificio, el preocuparse por los demás…- son todos positivos. Todo lo ha traído el Cristianismo, que no se crean que lo ha traído Karl Marx", ha zanjado.
El sindicato policial UFP también ha solicitado la destitución de Carrión, por su "falta de coordinación e inoperancia" al no haber evitado la manifestación por el centro de Madrid, que los agentes han definido como "caos total". Otro sindicato policial, el SUP, opina de la misma forma: según su portavoz, José María Benito, la delegación actuó con "irresponsabilidad" porque contaba con informes policiales que aseguraban que si no se variaba el recorrido que estaba autorizado en un principio "lo que pasó allí podría pasar".
Ecologistas en Acción se ha sumado a las críticas y ha pedido esta mañana la "destitución urgente" de la delegada, en su caso por la "brutalidad" de los policías nacionales durante su actuación en la marcha. El grupo de activistas ha recordado que la manifestación de los ateos había sido autorizada. "Esa brutalidad se saldó con decenas de heridos y detenidos, entre los que se encontraban manifestantes y periodistas de diferentes medios" ha indicado la organización ecologista. "Frente a esa realidad, ni una sola agresión a la policía o a los provocadores integristas".
El Gobierno ha defendido la actuación policial y de su delegada en Madrid. El ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, ha afirmado que la Policía actuó ayer "correctamente", resolviendo los "problemas" durante la marcha laica en la Puerta del Sol, donde hubo "tensión y gritos" entre los manifestantes y los peregrinos de la Jornada Mundial de la Juventud. En declaraciones a la Cadena Ser, Jáuregui ha dicho que el Gobierno no hizo nada mal, ya que hizo "lo que debía" al cumplir las leyes y ha defendido que se autorizara la protesta porque era "imposible" no permitirla.