El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, reiteró la necesidad de mantener hoy una Siria democrática y laica, ante los propósitos de algunos grupos opositores de intentar cambiar ese estatus para el país levantino.
Existen criterios como el carácter laico y democrático del estado sirio, imposibles de cambiar o dejar de abordar en las conversaciones entre el Gobierno y la llamada oposición moderada, pues ello lo establecen resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, apuntó.
Tal aclaración adquiere ahora especial relevancia, pues existe toda una gama de opositores que se presentan como demócratas, pero que se niegan rotundamente a reconocer el carácter laico del futuro estado sirio, declaró Lavrov al canal de televisión kurdo Rudav.
Siria debe ser un país en el cual los representantes de cualquier religión, etnia o grupo político tengan iguales derechos, garantías de seguridad y participación decorosa en la estructura del estado y la sociedad, consideró el diplomático ruso.
Tales son los parámetros generales que deben ser aceptados por todos y regir las formas concretas de una solución política en la nación mesoriental, estimó.
Rusia, junto a otras naciones, realiza su aporte al proceso de solución política al conflicto en el país levantino, lo cual pasa por la lucha contra formaciones terroristas como el Estado Islámico o el Frente An Nusra. Además, contribuimos a crear condiciones para mantener un régimen de alto al fuego para todos los grupos armados opositores que se niegan a tener alguna relación con formaciones terroristas, apuntó.
La referida condición resulta esencial para que las agrupaciones armadas de la oposición moderada se unan a la tregua decretada el 30 de diciembre en toda Siria y sean reconocidas como participantes en el proceso político, comentó Lavrov.
Otra dirección de nuestro trabajo es la cooperación para ofrecer ayuda humanitaria a la población afectada por la guerra, para lo cual se crean las zonas de distensión, cuatro de ellas anunciadas en mayo pasado, durante las pláticas intersirias en Astaná, subrayó.
En la creación de esas zonas, Rusia coordina sus acciones con Turquía e Irán, mientras involucra en ese proceso a Jordania y Estados Unidos, con los cuales se creó el pasado día 7 una zona de distensión para tres regiones del sur sirio, destacó.