Granada Laica inicia su “Campaña IRPF 2017” con mesas informativas y recogida de firmas contra la financiación de las iglesias por el Estado.
Como cada año, Granada Laica pone mesas informativas en la puerta de Hacienda (los martes) y en el centro de Granada (los sábados), durante los tres meses que dura la campaña del IRPF. Además, este año también se pondrá la mesa informativa a la entrada de las Facultades de Ciencias (18 de abril), Ciencias Políticas y Sociología (25 de abril) y Filosofía y Letras (9 de mayo).
En las mesas, además de informar y repartir las 6.000 hojas de campaña para promover que no se marque ninguna de las casillas de la asignación tributaria, se informa de la financiación pública de las iglesias, y se recogen firmas contra la financiación pública de las confesiones religiosas, por el pago del IBI, contra las inmatriculaciones y en favor de la Escuela Pública y Laica. En las mesas de las Facultades se explicará, además, la campaña “Por una Universidad pública y laica” y se recabarán apoyos al Manifiesto en este sentido.
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El debate de la Ley de presupuestos generales del Estado de 2017, que se tramita actualmente en el Congreso -a través de las normas o disposiciones complementarias- brinda una oportunidad idónea, para sacar las casillas del impuesto de la renta, de cara al año 2018
Granada Laica/Europa Laica insta a la ciudadanía a NO marcar ninguna de las dos casillas de la Declaración del IRPF, tanto la de la Iglesia Católica, como la de Otros Fines de Interés Social, por estos motivos:
1. Nos manifestamos en contra de que el Estado sirva de recaudador de la Iglesia Católica, destinando dinero público para fines exclusivamente religiosos y de mantenimiento del clero católico, por lo que entendemos que no debería existir dicha casilla en la Declaración de la Renta. El dinero recaudado a favor de la Iglesia Católica, es utilizado por esta Corporación religiosa para pagar sueldos y seguros sociales de curas y obispos, para gasto corriente y proselitismo de la Conferencia Episcopal, para publicidad y propaganda de las campañas eclesiales, para la financiación de sus propios medios de comunicación, para las, universidades eclesiásticas, para montar campañas antiaborto, homófobas… y contra diversidad de derechos civiles, para las beatificaciones, para engordar las arcas del Vaticano, para el pago del IVA… En fin, nada que ver con fines sociales ni benéficos.
2. En cuanto a la casilla de “Otros Fines de Interés Social”, Granada Laica/Europa Laica puede reconocer la labor de algunas de las ONGs (incluidas las religiosas) beneficiarias de dicha casilla. No obstante, la mera existencia de esta casilla sirve a efectos de legitimación (o como coartada) de la existencia de la casilla de la Iglesia Católica, pues ofrece apariencia de voluntariedad y libertad de opción cuando, en la práctica, no es así. Marcar una u otra o las dos casillas, a efectos prácticos y presupuestarios, tiene como objeto calcular la cantidad sobre el total del impuesto recaudado que se repartirá entre la Iglesia Católica y las ONGs (y que se detrae de otros gastos sociales en los que pudiera emplearse dicha cantidad). No supone, por tanto, una donación voluntaria sino una forma con la que establecer qué cantidad del dinero de todos (quienes marcan y quienes no marcan una, otra o ninguna casilla) se destinará a la Iglesia y los Otros Fines. Distinto quizá sería si, además del impuesto, el contribuyente pagara un 0,7% más para dichos fines (de la iglesia u otros), en cuyo caso sí sería una donación voluntaria, lo que no es el caso en el modelo actual. Por ello exigimos un cambio de modelo de forma urgente.
3. Los derechos sociales básicos exigibles a los poderes públicos por la Constitución Española no pueden quedar al margen, por tanto, de la asignación y discusión de los Presupuestos del Estado, ni de los procedimientos de control que garanticen que se asignen con equidad, eficacia y objetividad, y siempre en función de los intereses generales. De lo contrario nos situamos en el terreno de la discrecionalidad y se posibilita la asignación de recursos públicos con criterios sectarios y clientelistas.