El primer ministro francés, Manuel Valls, afirmó hoy que la laicidad no está dirigida contra los «compatriotas musulmanes», sino que, por el contrario, les protege.
«La laicidad nos reúne», subrayó el jefe del Ejecutivo socialista en su cuenta de la red social Twitter, en la que se hizo eco de su discurso de hoy en Evry, localidad vecina de París, donde recordó que el islam tiene su lugar en Francia.
Según Valls, «la laicidad es Francia, el suplemento de alma de nuestro país y su singularidad».
«¡Quiero un patriotismo confirmado! Franceses seguros de lo que somos, amantes de su país. Orgullosos de Francia», agregó.
En Evry, según medios locales, destacó que Francia necesita estar unida y tener esperanza y resaltó: el islam es «una parte indivisible de nuestra cultura y en adelante de nuestras raíces».
Contra los extremismos y populismos, Valls dijo que quiere hablar a los millones de musulmanes que practican su culto en Francia, en el respeto absoluto de los valores de la República, y pidió un «islam de Francia libre del veneno salafista».
«El islam no es el problema», añadió en una velada alusión al libro del mandatario francés, François Hollande, «Un président ne devrait pas dire ça…» (Un presidente no debería decir eso), publicado la semana pasada con confidencias del jefe de Estado con críticas a los jueces, el islam y la inmigración.